Imposibilidad de acceso al agua si no es con ayuda, discutir con otras personas por la pérgola habilitada para personas con movilidad reducida o complicaciones para poder ir al aseos, estos son algunos de los problemas que se encuentra Pedro Pablo Martínez, persona con discapacidad motriz del 76%, cada vez que va a la playa del Chorrillo, en Ceuta.
Unas dificultades que, asegura, se han complicado con el paso de los años por el deterioro del material. “Llevo sin poder bañarme bastante tiempo porque es imposible acceder hasta el agua, las barandillas están rotas, las maderas no llegan al mar y algunas están partidas y la pérgola no la respetan”, explica.
Asimismo, comenta que el ascensor si se encuentra en buenas condiciones a pesar de tener un horario limitado y no tiene la libertad de poder quedarse sin tener que estar pendiente del reloj.
Otra de sus demandas es la distancia que existe entre la pérgola para personas con movilidad reducida y el aseo. “Si pones una pérgola para personas con movilidad reducida lo lógico es que el aseo de minusválidos lo pongas al lado”, señala. Además, apunta que este posee un escalón que pone más complicaciones para poder acceder.
En cuanto a poder bañarse, indica que “siempre ha sido un poco complicado pero anteriormente, si te podías poner de pie y desplazarte unos metros, podías llegar a la barandilla y meterte en el agua”, cosa que ahora le resulta muy costoso porque “la plataforma que accede hasta el agua está rota y le faltan maderas y las barandillas están sueltas y no tienes dónde agarrarte para meterte en el agua y tienes que tener a dos personas para que te ayuden a entrar en el mar”, expresa.
Sobre esto también comenta que para llegar a la orilla tiene que tener la ayuda ya que faltan algunas tablas. “La gente que va en silla de ruedas, si tiene a una persona detrás, puede levantarla y sobrepasar ese boquete pero con una silla eléctrica no”, aclara, “y si estas llegan con una silla eléctrica, el problema es volver porque no pueden girar ya que tiene un metro de ancho”, dice.
Reclama respeto en la pérgola habilitada para personas con personas con movilidad reducida
Por otra parte, con respecto a la pérgola, señala que no hay vigilancia y tiene que estar discutiendo con las personas que se encuentran allí “que no respetan que ese lugar esté habilitado para personas con movilidad reducida”.
Debido a esto Pedro Pablo Martínez lamenta que “seguimos dependiendo totalmente de la familia y les estamos causando un inconveniente porque la misma labor que tienen que desarrollar en la casa la tienen que hacer en la playa”.
Por último, ironiza con que para poder mejorar este acceso asegura que “no hay que invertir miles de millones de euros”, proponiendo la instalación de “unas planchas de hormigón para que podamos acceder a la orilla”, añadiendo que luego en invierno “se pueden retirar ”.
Una situación en la que pide “independencia, poder acceder a los sitios como cualquier otra persona”.
Y las sombrillas que quitaron para los fuegos artificiales ya no las pondrá hasta el año que viene. Recuerdo que en próximos días hay elecciones. Ho por cierto que bonita está quedando la capilla de la virgen del Carmen.
Donde están los millones que recibe esta
ciudad?. Donde está el civismo de la gente?
En los planes de empleo, más de 1400 el salario más bajo, es decir, el de menor cualificación, por jornadas que no llegan a las 8 horas, durante 9 meses, por ver a la inmensa mayoría pasar la mañana en corrillo, algunos hasta con las mesas y sillas de camping para el desayuno que dura un par de horas y sin supervisión alguna, no vaya a ser que se les exija y ya la hemos liado.
Y la arena ha mejorado solo un poco, es la misma del año pasado, lo único que está mejor extendida.
Y el ascensor lo habren a las 11 de la mañana muchas personas mayores van temprano para no cojer mucho sol. Que menos que a las 1o horas con tantos empleados que tiene angevisesa