En 'La Inmaculada', al igual que en otros colegios de Ceuta, la banda azul se ha convertido en todo un símbolo. Se trata del distintivo con el que el centro educativo gradúa a sus pupilos al término de su Educación Secundaria Obligatoria. Todo estudiante sueña con colgarse esta cinta color cielo. El jueves, alrededor de medio centenar de alumnos de cuarto de la ESO han cumplido con esta ilusión.
Han sido años de esfuerzo y estudio, la grandísima mayoría de ellos juntos, y por fin tocaba festejar el fin de un periodo educativo lleno de anécdotas y, sobre todo, de aprendizaje; pero también ha llegado el día de separarse, al menos en clase.
Son conscientes de que Bachillerato será muy distinto, han crecido y deberán comenzar a enfocarse en qué quieren hacer con el resto de sus vidas. Tampoco estarán juntos, ya que tendrán que abandonar 'La Inmaculada' para proseguir con sus estudios, así que las emociones se han disparado en el patio del colegio a su llegada para el evento.
Con una sonrisa en la cara e impecablemente vestidos para la ocasión -tras pasar en muchos casos por la peluquería- han desfilado frente a sus familiares, que aguardaban impacientes el comienzo del acto.
Su directora, Ana Valero, les ha dedicado unas palabras y han celebrado una sentida misa. Tras la Eucaristía y los discursos, llegó la parte más lúdica de la jornada. Los muchachos han participado en un entretenido juego al estilo del programa televisivo Pasapalabra, donde todos se han divertido con las bromas e historias de los cursos pasados.
A continuación, todavía ligeramente nerviosos, uno a uno han subido al escenario para recibir la ansiada banda azul y el diploma que acredita sus conocimientos.
Los orgullosos progenitores han hecho lo suyo y han disparado fotos y tomado vídeos del momento a discreción, unos entre risas y otros entre lágrimas de emoción, como siempre sucede cuando ven a sus retoños crecer sin remedio.
La sorpresa vino cuando comenzó a sonar la música con un mix de animadas canciones con las que los muchachos se atrevieron demostrar sus mejores pasos de baile y lanzar al aire su deseada banda azul de graduados.
Ahora les toca disfrutar del verano y prepararse para lo que viene: para muchos el inicio de una carrera de fondo de dos años que les preparará para los exámenes de acceso a la universidad.