La lacra de las redes de deriva vuelve a castigar a las especies marinas de Ceuta. El último caso, la cría de tortuga boba que tuvo que rescatar el CECAM tras enredarse todo el cuello en una de esas redes abandonada en San Amaro. Ahora se recupera junto a otras especies. Ya tiene nombre: Pollito.
El presidente de la entidad, Juan Carlos Rivas, explica que fue un voluntario que estaba dando un paseo por la orilla junto a su hijo los que avistaron unas redes de deriva rotas en la playa, “se acercaron y se llevaron la sorpresa de que se encontraron esta tortuguita”, puntualiza.
En ese momento los llamaron y fueron a recogerla y se trataba de una cría de tortuga boba “que estaba atrapada por el cuello”. Por esta razón, alaba la decisión de este hombre de avisar al CECAM, “porque si no se tienen las herramientas adecuadas se le puede hacer daño”, expresa.
Además, Rivas señala que en un primer momento Pollito no aparentaba ningún tipo de daño físico, pero al llegar a sus instalaciones se dieron cuenta de que poseía un problema de flotabilidad positiva debido a la ingesta de plástico. Ahora le queda un período largo en las instalaciones para que vuelva a poder volver a recuperarla, porque tiene que expulsar todo lo comido.
En cuanto al tiempo estimado de estancia con el CECAM, Rivas apunta que será de una duración de entre mes y mes y medio como mínimo. Las sensaciones son muy buenas, porque el primer día se comió media sardina y todo ello ayuda a defecar ese plástico.
La cría ya ha sido vista por un veterinario “para ver si puede darle algo para ayudarle a expulsarlo todo, pero es muy pequeña y no se atreve”, declara el presidente de la entidad.
En este sentido, comenta que se trata de la primera que aparece en la temporada, confirmando que tratarán de recuperar todas las posibles.
Por otra parte, explica que no es casual encontrarse una tortuga tan pequeña en este territorio: “Tan pequeña no es nada casual, es muy común que este tipo de tortugas se pueda encontrar en estas aguas porque es su zona de paso y están aquí todo el año”.
También habla sobre las redes de deriva y los estragos que causan en la fauna marina al quedar enredados tanto “tortugas como cetáceos o delfines”.
Rivas lamenta que los animales que han encontrado en estas redes ya estaban muertos, “excepto estos pequeños”, añadiendo que incluso a los delfines les cortan la cola “para que no les corten la red”.
Por último manda un mensaje sobre este tipo de pesca mediante el empleo de estas redes para que, “no las usen ya que están prohibidas. Si los cogen que los intenten soltar vivos”. Pide a la Administración que sancione a las personas que usan este tipo de pesca.