El nuevo consejero de Turismo, Emilio Carreira, dijo ayer en el Pleno que la Ciudad en general y el Parque Marítimo en particular seguirán apoyando la organización de actividades “privadas” con rentabilidad social y económica en su interior. “Creo que ese espacio debe tener cada vez más actividad y si hay iniciativas que quieren utilizar el Parque y éste se puede beneficiar, mejor”, opinó. Sobre el caso concreto del ronqueo, motivo de una interpelación de Ciudadanos, recordó que “se pactó pagar a la empresa pública una parte, 5 ó 6 euros, de la entrada que pagó cada ciudadano”. A Carreira le parece “exagerado” pedir 3.000 euros a una pareja por casarse. “Yo creo que se pueden hacer cosas y que nos podemos poner de acuerdo en cuál será la tasa, que estimo que debe ser cuanto más baja menor para sacar el mayor rendimiento fuera del horario de baño”, añadió antes de comprometerse a actualizar el Reglamento de las instalaciones y regular el uso “sin pensar que cada vez que alguien obtiene un beneficio por hacer algo va en perjuicio de los demás”. Según Carreira, “cuantos más ingresos propios genere el Parque menos transferencias tendrá que hacer la Ciudad para sostenerlo”. El diputado de Ciudadanos, Javier Varga quiso dejar claro que “no estamos en contra de la utilización del Parque, tampoco del ronqueo, y nuestra inquietud era la ausencia de reglas generales para toda la ciudadanía, que no sabe que pueden organizarse bodas o espectáculos en su interior más allá de quienes se buscan la vida para hacerlo”.