La administración penitenciaria marroquí negó este miércoles que el activista saharaui Mohamed Lamine Haddi, que cumple una condena de veinticinco años en Marruecos, haya sido torturado en la cárcel, tal como denuncia Amnistía Internacional (AI) en su informe de 2022.
En un comunicado, el departamento marroquí precisa que Haddi "nunca ha sido objeto de agresión alguna por parte del personal del establecimiento penitenciario en el que se encuentra recluido y, como todos los reclusos, goza de los derechos previstos en la ley reguladora de las prisiones".
Asimismo, acusa a la ONG internacional de difundir las "mentiras" de los "enemigos de la unidad territorial", en mención al Frente Polisario, y de intentar convertirlas en "realidades".
AI denuncia en su informe anual, publicado este martes, que guardias penitenciarios marroquíes golpearan en varias ocasiones durante el pasado mes de marzo al activista saharaui, que cumple una condena de 25 años en la prisión de Tiflet II, al este de Rabat. En 2021 inició una huelga de hambre para reclamar su traslado a una prisión más cercana a su familia, que se encuentra en El Aaiún.
Haddi, de 44 años, fue condenado junto a otras veintitrés personas en un macrojuicio por las protestas de 2010. Ya ha cumplido doce de los veinticinco años totales de reclusión desde su internamiento en 2013.
Los sucesos de Gdaim Izik supusieron el momento más crítico vivido en los últimos años en los territorios saharauis: el levantamiento de un campamento a las afueras de El Aaiún para reclamar mejoras sociales derivó en actos violentos tras la intervención de las autoridades marroquíes para desmantelarlo.
"El tribunal militar que lo juzgó junto con otros saharauis no investigó sus denuncias de haber sido obligados a firmar confesiones por medio de tortura", destaca un documento de Amnistía Internacional (AI) sobre este caso.
Durante el desalojo del campamento, murieron asesinados once agentes marroquíes y dos civiles saharauis, lo que convirtió aquellos hechos en los más graves vividos en el Sáhara desde la proclamación del alto el fuego entre Marruecos y el Frente Polisario en 1991.