El rey Mohamed VI acusó al partido islamista PJD de llevar a cabo una "instrumentalización de la política exterior" del país dentro de "una agenda partidista interna" tras sus críticas a la postura de Marruecos respecto a Israel, y le recordó que la política exterior es una prerrogativa del monarca.
Un comunicado del Gabinete Real marroquí difundido este lunes reacciona de esta manera a una nota difundida el pasado 7 de marzo por el PJD (Partido Justicia y Desarrollo, que estuvo una década en el poder en Marruecos hasta 2021), en la que reprobaba la postura del ministro de Exteriores marroquí, Naser Burita.
En esa nota, el PJD le acusaba de defender "al ente sionista" en "encuentros africanos y europeos" e instaba a "redoblar esfuerzos" en "defensa de Palestina y de Jerusalén frente a los actos hostiles sionistas".
El Gabinete Real marroquí tacha estas declaraciones de "irresponsables" y "aproximaciones peligrosas" y destaca que la posición de Marruecos en la cuestión palestina -en defensa de los dos estados y la vuelta a los territorios de 1967- es "irreversible" y "constituye una de las prioridades de la política exterior" del rey.
Y defiende que "se trata de una posición de principio constante de Marruecos que no puede ser objeto de demagogias políticas y campañas electorales estrechas".
La nota recuerda que, según la Constitución marroquí, la política exterior del país es una prerrogativa del rey y que tiene como prioridad "la cuestión de la integridad territorial".
"Objeto de chantaje"
"Las relaciones internacionales del Reino no pueden ser objeto de chantaje por ninguna persona ni por ninguna razón, particularmente en el contexto global actual. La instrumentalización de la política exterior del Reino en una agenda partidista interna constituye así un precedente peligroso e inaceptable", dice el comunicado.
El Gabinete Real menciona la reanudación desde diciembre de 2020 de las relaciones entre Marruecos e Israel, hecha "en un contexto que todo el mundo conoce", en referencia al acuerdo a tres partes con Estados Unidos por el que el expresidente estadounidense Donald Trump avaló la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental, territorio en disputa controlado por el país magrebí.
"Las fuerzas vivas de la nación, los partidos políticos y personalidades de primer nivel, así como algunas asociaciones militantes por la causa palestina, fueron entonces informadas de esta decisión, a la que manifestaron su apoyo y su compromiso", afirma la nota.