Estadísticamente a Ceuta le conviene que el tránsito por el Tarajal siga sometido a las actuales restricciones asociadas a la exigencia del visado. Lo avalan los datos contenidos en informes oficiales de todo tipo (menor presión asistencial en el hospital, reducción notable de partos, desaparición de las avalanchas e incidencias en materia de seguridad...). Y lo verifican también las opiniones favorables de fuerzas de seguridad de peso como la propia Policía Nacional.
“Ha sido un acierto”, indican agentes experimentados en esa compleja labor de lidiar con las incidencias focalizadas en el espacio fronterizo. “Es necesario seguir así”, refrendaba el propio presidente de la Ciudad, Juan Vivas, tras la visita de Pedro Sánchez a Ceuta esta misma semana.
Una visita en la que no hubo espacio a un encuentro entre presidentes debido a la apretada agenda oficial pero sí a la confirmación por parte de Sánchez del compromiso de atender todos los asuntos relacionados con la frontera de manera prioritaria, algo que ya se dejó claro en el encuentro en Madrid mantenido con el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares.
“Creo que es lo consecuente, la situación actual de la frontera es muchísimo mejor que la existente antes del cierre”, detalla Vivas en declaraciones a este periódico. Y esa es precisamente la línea que se va a mantener y defender, siguiendo en la insistencia de una política de restricciones que impida la apertura de un tránsito sin control que permita el acceso de ciudadanos de la zona norte solo con pasaporte, lo que se traduciría en un mayor flujo y, por tanto, en un control mucho más complicado.
Para la Policía Nacional instaurar la petición del visado ha sido “un acierto” ya que permite tener el Tarajal mucho más controlado que antes de la pandemia, cuando a las avalanchas diarias se sumaba el puro desconocimiento sobre lo que entraba y salía, algo que llegó a reconocer la Delegación del Gobierno, verificando así la suerte de caos que se había convertido en algo usual.
“La situación de la frontera es muchísimo mejor que antes del cierre”, valora Vivas
La frontera funciona pero funcionará mejor cuando se instaure por completo la frontera inteligente que, por ejemplo, ayudaría a reducir el tiempo que ahora se invierte en el control de los hasta 900 trabajadores transfronterizos registrados.
La cifra va aumentando poco a poco. Se empezó con cierto miedo y rechazo a las contrataciones, pero de nuevo se van recuperando datos y hoy la bolsa de regularizados se acerca al millar, con derecho a entrada y salida pero no a pernocta.
Qué sucede, que hay que controlar sus pasaportes y datos con los verificadores uno a uno, labor que cuando funcione al 100% la frontera inteligente y el grueso de identidades esté registrado aplicándose además un reconocimiento facial será mucho más breve. A eso aspira la Policía y la propia Delegación del Gobierno que esta misma semana repasaba el estado de las obras previstas en Tarajal.
Esa frontera inteligente será determinante. Algo a lo que el Gobierno local añade el mantenimiento de la exigencia de visado y la implantación de la aduana comercial sin restricciones para lograr que el espacio antaño caótico se normalice.
El ministro Albares ya trasladó a los presidentes de las ciudades de Ceuta y Melilla que esa aduana comercial era objetivo prioritario, reclamando un margen de confianza para que pudiera instaurarse por vez primera en Ceuta y recuperarse en la ciudad hermana.
Por parte de la Ciudad se ha abogado por mantener la postura de la responsabilidad, confiando en que pronto deje de ser una prueba piloto para erigirse en la aduana que reclaman históricamente los agentes económicos y sociales locales. Una postura que nada tiene que ver con la visualizada en Melilla en donde las críticas, plantes y advertencias son continuadas y desde todos los frentes, tanto políticos como económicos y empresariales.
Ciudad y fuerzas de seguridad marchan en el mismo camino de seguir con esta línea de control en el Tarajal y valoran la petición del visado
El Gobierno de Ceuta rompe con esa forma de estilo político y no solo confía en que la aduana se instaure completamente sino también en que ese acuerdo entre España y Marruecos, basado en un interés mutuo, de imposición del visado siga extendiéndose en el tiempo.
Legalmente puede mantenerse. De hecho desde la institución municipal aluden a los informes consultados de forma orientativa en donde se defiende que el tratamiento de la excepción a Schengen sólo depende de España.
En la orden que sigue en vigor y que fue recogida en el BOE que mantenía las mismas medidas de control en el paso fronterizo, se apunta la necesidad de no revisar la situación actual hasta que no se defina qué se considera pequeño tráfico fronterizo, es decir, la situación seguirá así por acuerdo entre países hasta que no entre en vigor un nuevo régimen de pequeño tráfico fronterizo y se adapten las instalaciones fronterizas a la garantía de un control.
España y Marruecos van, en este campo, de la mano a la hora de dibujar qué tipo de paso de comunicación terrestre quieren mantener. De momento les beneficia, aunque la zona norte marroquí alce cada vez más su voz contra lo que consideran un veto al único yacimiento económico que encontraban: el contrabando.
Las claves del espacio fronterizo
Un acuerdo basado en el interés mutuo entre dos países
El mantenimiento del visado beneficia de momento a los dos países. Se mantendrá esta medida hasta que uno de los dos rompa, y no será precisamente España ya que sigue las tesis de esa defensa de las dos ciudades autónomas por seguir controlando esa restricción en base a la reducción estadística en materia de sanidad o seguridad. El problema lo puede tener Marruecos si su población del norte sigue viendo el transcurrir de los meses sin posibilidad de cruzar a Ceuta para subsistir. Se terminó el llamado comercio atípico y se cerró el grifo de las únicas ganancias que tenían los residentes al otro lado de la frontera, a los que no se les ha ofrecido otras formas alternativas de ganarse la vida. El cierre fronterizo ante la carencia de visado ha tenido su efecto en el aumento de las entradas irregulares por vía marítima, algo que se verifica cada vez que el Ministerio del Interior publica su informe sobre inmigración apuntando al alza los pases que tienen lugar a través de los espigones. Son protagonizados por súbditos marroquíes que buscan cruzar así a la ciudad.
A la espera de la frontera inteligente
Para que exista un flujo de peatones más ágil es vital la puesta en marcha de la frontera inteligente que se traducirá en el tránsito de todas las personas previamente registradas. ¿Esto que significa? Ya lo apuntaba la propia Policía Nacional en un reportaje con este periódico hace ya unos meses, con solo el reconocimiento facial se sabrá la identidad de quien entra porque ya estará en la base de datos y no habrá que perder tiempo en verificar cada entrada. Algo que por ejemplo es muy importante para los que entran y salen a diario, es decir, la población transfronteriza.
¿Qué pasa con los vehículos?
En este punto hay muchos más problemas debido a los embotellamientos que se producen en el tránsito hacia Marruecos. Ayer por ejemplo se contaban esperas de hasta dos horas para cruzar al otro lado. España dispuso de nuevo la explanada de Loma Colmenar para contener a los turismos, pero el problema se genera cuando en el lado entre fronteras se empieza a ralentizar el registro y termina afectando a todos. Además la falta de personal en determinados momentos causa estos colapsos así como la cantidad de motos.
El modelo fronterizo que quiere aplicarse: pasar del caos a la esperanza
¿Se puede convertir el paso del Tarajal en algo digno? No hace muchos años se llegaba a calificar dicha frontera como la indigna y tercermundista, impropia de un país democrático y más cercana a la peor de las existentes en cualquier punto del continente africano. Aquella oscuridad, aquel caos parecía que no iba a terminar nunca. Hubo fallecimientos, colapsos, cargas, descontrol... La historia arroja las peores de las imágenes de todo aquello. Ahora se quiere apostar por otro Tarajal bien alejado del desorden y más centrado en conseguir que el tránsito de mercancías esté normalizado y adecuado a la legalidad y el control así como que todas las personas puedan cruzar con una identificación plena de sus pasaportes, algo que impediría burlar las escapadas de criminales o de aquellos buscados por la Justicia que usaban esa línea de separación entre países en su propio beneficio.
Menos trabajo para las autoridades....pero ahogo al pequeño comercio
Frontera de Ceuta, dos cabinas para control de pasaporte. Luego embudo. Frontera de Marruecos, 8 cabinas... No hace falta ser muy listo...y a la vuelta, más de lo mismo, en la de Ceuta, 1 o 2 cabinas y con mucha parsimonia.
Es lo que hay !!
Sobre el papel todo es BONITO pero la REALIDAD es OTRA, es un calvario el TARAJAL, cruzar las dos fronteras es una tortura, los controles de la policía Española son lentos y lo peor en la parte marroquí, una desesperación y ya hay que pensar MAL, dejarte en una cola un mínimo de tres HORAS es INHUMANO, lo hacen a propósito
No querrás cruzar la frontera como si fueras paseando por la calle.....es que el problema es el volumen de personas que cruzan y todos quieren pasar sin esperar tanto de salida como de entrada....!
A la vuelta de Marruecos también tienen que poner el orden paso de 2 coches una moto, con una persona de la empresa de seguridad es suficiente para controlar.
No se puede tolerar que después de comerte la cola de marruecos, estás en la cola española y te pasan 8 motos como me pasó ayer.