La chirigota de San Roque, ‘Que me quiten lo bailao’, ha sido la siguiente en actuar tras el descanso. A la medianoche, los del Campo de Gibraltar pisaron las tablas del Teatro Auditorio del Revellín y realizaron una gran actuación. Chirigoteros que tuvieron muchas ganas de agradar desde que se abrió el telón del teatro.
Al abrir el telón, los espectadores pudieron observar como llegaron desde el Emirato. Estos chirigoteros hicieron referencia que ya tenían al Rey emérito Juan Carlos I. Les da la bienvenida y, además, llega hasta Corina. Buena presentación.
El primer pasodoble hacen referencia en el gran trabajo de las abuelos, esos que siempre están ahí para quedarse con los nietos sin esperar nada a cambio. Esta chirigota menciona que ese amor entre abuelo y nieto es recíproco y no está pagado.
En la segunda letra hablan de lo difícil que lo tienen la pareja de hoy en día para poder emanciparse y alquilarse una vivienda. Los diferentes gastos que se tiene al mes y el poco sueldo les hace imposible llegar a final de mes. Eso sí, no necesitan nada más porque le saben a gloria “dos huevos y patatas fritas” mientras sigan remando en la misma dirección.
En la tanda de cuplés hacen referencia que su mujer se ha puesto muchas pestañas y cuando hace viento parece que están en Tarifa, además de dejarles la comida fría. En el segundo cuplé hacen referencia en la osadía de venir en barco con el levante fuerte que azota en el Estrecho. Además de que el Rey Emérito no paraba de mirar a las solteras.
Ya en el popurrí este grupo siguió muy metido en su tipo y haciendo continuas referencia a Juan Carlos I.
Una actuación más que digna y que finalizó con el aplauso del respetable que le agradeció el esfuerzo sobre las tablas de estos chirigoteros.