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Aún queda por determinar la partida presupuestaria debido a la complejidad de la actuación
El proyecto de reforma de las instalaciones de la Protectora de animales y plantas de Ceuta está ya finalizado y a expensas de ser entregado a la Consejería de Sanidad, entidad de la que depende la mejora de estas dependencias que presentan numerosas carencias que finalmente repercutirán en la calidad de vida de los animales allí acogidos.
Los trámites para actuar en una zona, propiedad de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir pero que está cedida a la Ciudad para su uso social, también ha ralentizado el inicio de esta obra tan esperada y demandada por los integrantes de la entidad animalista.
La reforma comprende las dependencias de la Protectora de animales, así como de la Perrera municipal, anexa a ambos edificios y su ejecución se estima aproximadamente en unos diez meses.
La licitación del proyecto se prevé que se lleve a cabo entre los meses de octubre y noviembre, aunque aún queda por concretar la partida presupuestaria necesaria para acometer una actuación de tal envergadura. “No se ha cerrado porque es una obra compleja debido al volumen que supone y al modo de ejecución que hay que aplicar, ya que hay que actuar por partes, trasladando a los animales secuencialmente”, apunta el autor del proyecto, el ingeniero Juan Manuel Sánchez.
La dificultad añadida de no poder trasladar a los animales y tener que trabajar con ellos mientras se acometen las obras está perfectamente contemplada en el proyecto. Así, el primer paso en esta obra es la instalación de una estructura metálica con aislante sobre la zona de Protectora y Perrera. Esta cobertura tiene una altura de cuatro metros y en su zona de mayor altitud va abierta para permitir la ventilación de todo el terreno. Esta especie de nave tiene como función principal mantener el servicio mientras se ejecutan las tareas de reforma y, por ello, también se realizará por fases, de modo que los animales sufran el menor estrés posible.
En caso de ser necesario, también se baraja la posibilidad de construir habitáculos temporales donde los animales permanecerían el tiempo que durara la obra en su zona.
Una vez finalizada la actuación, la Protectora de animales dispondrá de 24 boxes y cinco patios de mayor tamaño con capacidad; sólo estos últimos, para 55 perros, además de 15 cheniles para gatos. Se distribuirá en una planta baja y una entreplanta donde se ubicará la parte administrativa y el quirófano. También contará con zona de aislamiento para perros y gatos, área de TNR, hospitalización, consulta, vestuario, cuarto de limpieza, lavandería y almacén.
En el caso de la Perrera Municipal se dotará con 23 jaulas para perros y 18 para gatos, además de dos zonas destinadas a especies menos habituales y animales infecciosos. Se completará con un quirófano, hospitalización, acondicionamiento animal, despacho o sala de exploraciones.
Aunque aún no se ha decidido qué tipo de jaulas se van a ubicar, se buscará lo más avanzado en el mercado de cara a una duración de unos 20 años, ya que el proyecto busca maximizar la utilización de los elementos incluidos en esta actuación.
Con esta obra se persigue que la ciudad disponga de unas instalaciones con mayores garantías higiénico-sanitarias y donde se preste un servicio digno con la mejor calidad posible tanto para los animales como para los trabajadores y los voluntarios que allí colaboran.
Desde el Ejecutivo local se insistió en su momento en el objetivo de lograr que esta Protectora se convierta en un referente y que los animales puedan mejorar su calidad de vida.