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La auditoría, que estará concluida en breve, persigue que la Ribera y el Chorrillo vuelvan a contar con esta certificación
La Ciudad busca renovar el Certificado Q de Calidad Turística que actualmente ostentan las playas de la Ribera y el Chorrillo y para ello encargó una auditoría interna de gestión que determine los niveles de calidad de ambas zonas de acuerdo con los requisitos de la norma UNE-ISO 13009:2016 sobre turismo y servicios relacionados para la gestión de las playas.
De momento la auditoría interna ya ha concluido y ahora se está elaborando una externa complementaria de la primera “que esperamos que esté finalizada en breve y que las dos playas puedan renovar este certificado”, comentó el gerente accidental de Obimasa, Antonio Muñiz.
La Marca Q de Calidad para playas evalúa lo que afecta al usuario final: unidad de dirección, seguridad, salvamento y primeros auxilios, información, limpieza y recogida selectiva de residuos, mantenimiento de instalaciones y equipamientos, accesos, servicios higiénicos y ocio, así como aspectos ambientales. Es una certificación que debe auditarse y ratificarse anualmente.
El Instituto para la Calidad Turística Española es el responsable de forma exclusiva de dicha marca, emitiendo las actualizaciones para su uso y vigilando su adecuada utilización. Esta norma fue desarrollada en diciembre de 2008 y establece los requisitos que debe cumplir una playa, tanto en lo relativo a las instalaciones y equipamiento tangibles de uso público, como a todos los procesos necesarios para la prestación de un servicio de calidad. La estructura de la norma se establece en diez apartados y recoge en sus primeras hojas los requisitos mínimos del sistema de gestión del uso público y del sistema documental de gestión, para luego desplegar a lo largo de los siguientes capítulos los requisitos referidos a los procesos típicos de una playa.