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Algunos de estos animales proceden de incautaciones y otros del paso migratorio
La empresa municipal Obimasa rescató, durante el pasado año, un total de 33 especies diferentes dentro de la actuación de alojamiento y recuperación de fauna silvestre. Destaca el tratamiento de especies protegidas, en su mayoría tortugas moras procedentes de incautaciones y algunas aves que aparecen en territorio ceutí exhaustas, heridas o enfermas, a consecuencia de su paso migratorio.
Además, y como medida preventiva ante posibles sueltas descontroladas en el medio natural, se recogieron algunas especies exóticas de reptiles, principalmente galápagos de Florida, pato de carúncula o criollo y guacamayo azul y amarillo. También se produjo la recuperación de dos iguanas, que habitualmente se emplean como mascotas, localizadas por personal de Obimasa en el medio natural.
La recuperación de estas especies exóticas se lleva a cabo en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre, CREA, ubicado en las dependencias de Obimasa y que cuenta con recintos específicamente destinadas al alojamiento de mamíferos, aves y reptiles.
Durante 2016 se efectuaron 35 recuperaciones de aves, de las cuales dos fueron infructuosas, y que incluyeron la recogida en el lugar en que se encontró el animal, reconocimiento previo del ejemplar y traslado a las instalaciones de Obimasa. Las actuaciones dieron lugar a partir de avisos al 112 y, en menor medida, de Guardia Civil, Policía Local y particulares que alertaron directamente a Obimasa.
En este periodo se atendieron 33 individuos pertenecientes a diez especies distintas de aves, una de ellas rapaz nocturna, que se encuentra protegida y amparada por distintas normas legales tanto europeas como nacionales.
Las aves reintroducidas en el medio natural fueron previamente objeto de anillamiento científico por parte de expertos, en colaboración con el Grupo de Anillamiento Chagra (SEO/BirdLife-Ceuta).
También se rescataron erizos en zonas urbanas
Además, de los individuos de fauna silvestre, durante el pasado año se recuperaron varios ejemplares de aves rapaces irrecuperables, es decir que no existe ninguna posibilidad de ser reintroducidos en el medio natural. Entre ellos se encuentran el ratonero moro, la aguililla calzada, el cárabo común y el cuervo. En este periodo, también se rescataron dos erizos morunos que fueron localizados en la ciudad, ya que esta especie suele encontrarse en zonas habitadas. Ambas especies fueron devueltas al medio natural tras comprobar que podían sobrevivir en su hábitat por sus propios medios.