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Profesionales del campo de la Historia y la Arqueología participan en el primer Campo de Trabajo Internacional que ha organizado la Ciudad en colaboración con la UNL
El ‘Llano de las Damas’ vuelve a abrir un verano más sus entrañas para dejar al descubierto sus tesoros más preciados, los conocidos y, sobre todo, los que ansían ser descubiertos. Esta nueva edición del Campo de Trabajo de Arqueología se ha presentado con la novedad de que los que se sumergirán y hurgarán en el yacimiento son profesionales del campo de la Historia y la Arqueología que preparan su master o tesis y buscan, a través de estas dos semanas, especializarse en la materia. Esta nueva edición, que arrancó ayer, ha cobrado un carácter internacional, ya que la Universidad Nova de Lisboa (UNL) se ha unido al proyecto en el marco del convenio de colaboración que mantiene con la Ciudad.
Un total de 15 profesionales procedentes de Portugal y el resto de España, además de algunas incursiones locales, comenzó ayer con el trabajo más duro: redescubrir los sondeos ya realizados anteriormente que fueron cubiertos con sedimentos. Hoy, ya con todo a ‘punto’, proseguirán con las excavaciones que quedaron paralizadas el pasado año. Andre Teixeira, profesor de Arqueología en la UNL, que se encuentra dirigiendo la excavación, apuntaba que uno de los principales objetivos se ha centrado en investigar la zona como un posible foco de producción alfarera. “Tenemos constancia de que en esta zona pudo existir una gran producción alfarera. Es un sello distintivo con respecto al resto de excavaciones que se ha emprendido en la ciudad y que data de la misma fecha, época Tardomedieval. Si llegamos a confirmar esto supondría un gran avance para las investigaciones que estamos realizando ya que apenas existen yacimientos de estas características en el norte de África”, explicaba.
Manifestaba el arqueólogo que el hallazgo de alfarería es de los más importantes a nivel de excavaciones. Tal grado de relevancia reside en que a través de la cerámica se puede establecer un mapeo de las conexiones comerciales de la ciudad en dicho período. “Que exista un foco de cerámica nos indica que se trataba de una ciudad comercial. Si comparamos la cerámica de aquí con la que podemos encontrar en otras ciudades podemos establecer las diferentes conexiones comerciales que mantenía la ciudad en aquella época”, declaraba.
No solo cerámica esconde el ‘Llano’, entre su riqueza se encuentra una fase de viviendas de época medieval, de las que ya se han encontrado pasillos y azulejos, que explica el “enorme crecimiento” que experimentó la ciudad a finales de este período. El trabajo de los profesionales consistirá en investigar su evolución. “En estos sondeos se constata más niveles de época medieval que en el resto de la ciudad, esto es un factor muy interesante en el que vamos a trabajar porque podríamos recuperar gran parte de la historia medieval de Ceuta”, señalaba Teixeira. Pero el docente luso apuntaba que su trabajo durante estas dos semanas desciende a niveles inferiores, y es que uno de los aspectos más novedosos se sitúa en cotas romanas. Una ocupación romana que se extiende más allá de lo que se entendía que eran los límites de la ciudad y en la que ahora fijan las investigaciones. “Se han hallado restos en dos sondeos, queremos seguir trabajando sobre ellos y comprender cuál es la naturaleza de la ocupación romana en esta zona”.