Los juegos del ayer siguen teniendo su importancia hoy, al menos si hay quien se esfuerza en que esa tradición siga viva. Y en Ceuta, en el centro de La Esperanza, se esfuerzan en eso y en mucho más.
Lo importante es que los recuerdos no se agoten, lo importante es que permanezcan y así desde este centro de acogida de menores marroquíes quisieron dejar constancia de ello este pasado viernes, poco antes de que abandonemos este año.
“Sabemos que los momentos de juegos en familia son uno de los mejores recuerdos que les dejamos a nuestros hijos de su infancia”, indican desde el centro. Y por eso precisamente los chicos de este albergue ubicado en la barriada de Hadú acudieron a los bajos de la Marina junto a su monitora Elia para practicar juegos tradicionales, juegos que “son perfectos para unirnos, reunirnos y divertirnos”, detallan desde el centro.
Con materiales reciclados, mucha ilusión y más ganas, acudieron al espacio ubicado en la parte baja de la Marina para ofrecer una tarde de juegos de esos de toda la vida. Y fue así como crearon un espacio donde pasar un rato de diversión, a donde acudieron adultos y menores para participar en estos divertimentos de toda la vida.
Y como de lo bueno siempre es mejor guardar un recuerdo, pues montaron una especie de juego grande donde poder inmortalizarse en una fotografía que suponga un vivo reflejo de lo que fueron estas horas de convivencia.
En el centro de La Esperanza siempre se animan a pasarlo bien, siempre se animan a convivir y a estar no solo unidos sino también siendo actores de una convivencia y una integración que se va consiguiendo a base de detalles. Detalles como este, en el que simplemente con recordar cómo era la niñez ya se dan pasos importantes.