El centro de salud del Tarajal acogió ayer una concentración del colectivo de sanitarios tras la última agresión a una médico a la que sacaron una navaja. Los profesionales de la sanidad están advirtiendo de lo que puede pasar y de la tensión con la que trabajan. Quieren apoyos y quieren amparo. Pero no solo los profesionales que tienen su centro de trabajo en este punto, sino también los que prestan su servicio en otras áreas como el propio Hospital, en donde se han producido incidentes gravísimos. Están avisando de lo que puede suceder, porque tal y como temen, cualquier día puede ocurrir una desgracia que no puedan evitar. Tienen muchos problemas derivados de las personas que tienen conductas adictivas, a las que tienen que hacer frente solos, sin medios ni recursos. Es la Administración la que debe tomar decisiones, la que no puede seguir mirando hacia otro lado, la que tiene que actuar de forma decidida porque son ya demasiados los casos que se han producido en el tiempo, muy repetidos y cada vez con una mayor carga de agresividad.
Los profesionales de la sanidad están para atender, para resolver cuadros de enfermedades, no para tener que lidiar con energúmenos que ni saben comportarse y solo eligen el camino de la violencia. Hacen daño no solo a los profesionales del sector sino también a todos los usuarios del centro, que se sienten amenazados de igual manera y que ayer quisieron mostrarse solidarios con quienes les cuidan, les tratan y les atienden.