El alga asiática invasora se ha convertido en uno de los grandes problemas del espacio marino en el Mediterráneo y en aguas del Estrecho, afectando a aguas de Ceuta. Desde diferentes ámbitos se está intentando buscar soluciones a esta ‘rugulopteryx okamurae’ que tantos problemas genera a los turistas y bañistas por su incomodidad mientras causa perdidas a los pescadores. Ceuta servirá de campo de pruebas contra este alga colonizadora a través de un proyecto que se realizará en el LIC Zona Marítimo-Terrestre del Monte Hacho con el objetivo de crear un protocolo para contenerla.
En concreto, la Fundación Biodiversidad ha abierto una licitación en el marco del programa Life Intermares para este protocolo de control del alga invasora ‘rugulopteryx okamurae’ mediante una experiencia demostrativa en el Lugar de Importancia Comunitaria Zona Marítimo Terrestre del Monte Hacho, incluida en los espacios de la Red Natura 2000 dentro de la ciudad autónoma. El proyecto cuenta con un presupuesto de 59.129 euros y se podrán presentar ofertas hasta el próximo 20 de septiembre.
El plan de trabajo pretende ser limitar el avance del alga invasora sobre el ecosistema marino y al mismo tiempo analizar su impacto mientras se minimizan las presiones que ejerce sobre el ecosistema y las especies autóctonas que en él se desarrollan, como es el caso de la ‘patella ferruginea, especie en peligro de extinción.
El primer paso sería el trabajo de documentación necesario con una revisión bibliográfica y análisis científico y técnico sobre esta invasión que afecta a las costas ceutíes. Es decir, el adjudicatario debe hacer un trabajo de investigación que culmine en un informe extenso sobre estas especies y el impacto que están teniendo en zonas marinas.
A partir de entonces, el segundo objetivo es la elaboración de un protocolo de control y validación del protocolo propuesto. Este plan debe contemplar la retirada tanto del alga como de su arribazones mediante métodos manuales de retirada y contar con personal experto en el reconocimiento de este alga.
La siguiente tarea será la de la validación del protocolo a través de la experiencia demostrativa en el LIC del Monte Hacho, con unos trabajos que tendrán un periodo de un año, doce meses desde que se haya hecho el trabajo bibliográfico y se haya propuesto un plan de trabajo. La entidad que obtenga el contrata tendrá que hacer un seguimiento. Por último, se exige un informe final con las actuaciones y las propuestas de medidas de gestión en este sentido.
Las zonas de actuación en la ciudad de Ceuta serían La Sirena, con una superficie de 800 metros cuadrados, y la del Desnarigado-Punta Almina, cuya extensión estimada es de 1.300 metros cuadrados. Eso sí, si al empezar los trabajos hubiera poca presencia del alga asiática colonizadora el proyecto se desplazaría a Santa Catalina (550 metros cuadrados) y el Sarchal (1.200 metros cuadrados).