No es que peligre la inversión, pero tampoco es bueno que intentamos molestar a quien ha dado el paso, por supuesto con una aportación importante de fondos públicos, de construir una clínica de radioterapia en nuestra ciudad. Las administraciones se comprometieron a allanar distintas necesidades que habían sido planteadas por Clínica Radón en la reunión que en su día se mantuvo en la Delegación del Gobierno. No es cuestión de alargar los tiempos, porque está muy claro que el problema principal que era el solar ya está solucionado. Le corresponde más a la Administración General del Estado y en su caso al Instituto Nacional de Gestión Sanitaria la realización de un nuevo acuerdo con esta empresa que se debe realizar, siguiendo los procesos administrativos, para el tratamiento de los enfermos oncológicos, en esta ocasión, en nuestra ciudad. Radón ya ha manifestado que no comenzará la obra mientras que las promesas que garantizan su mantenimiento en Ceuta no cuenten con el respaldo necesario. Parece ser que de eso se habló el otro día en la reunión con el director general del Ingesa y está pendiente otro encuentro con Radón en pocas fechas. Que todos los nubarrones se puedan despejar porque el objetivo final es una necesidad para Ceuta.