Es un panorama habitual por lo que estoy viendo: la hora de la comida y varios vehículos privados y de empresas, así como motocicletas, aparcados en zona peatonal y carril bici en los Jardines de la Argentina, a la altura del asador-restaurante.
Las zonas peatonales y excluidas del tráfico rodado no autorizado deben ser respetadas por motivos de seguridad vial, en zonas donde el paso peatonal o en bicicletas es ya no una prioridad, sino una exclusividad.
Las pocas zonas restringidas a coches y motos ni siquiera son respetadas en una ciudad donde el tráfico de vehículos a motor es tan intenso, donde el pasear en coche o moto es una forma más de ocio (quemar combustible para pasear y contaminar y calentar más la atmósfera local -contribuyendo al cambio climático- sigue siendo barato en Ceuta).
Es la tercera vez que constato esta situación en lo que va de mes, y en cada una de las ocasiones he llamado al 092 (deriva al 112) y reclamado a la Policía Local para personarse y ejercer las acciones que sean pertinentes. Me parece que es una cuestión de civismo y, lamento tener que llamar yo, y que no sean los/as propios/as conductores/as quienes por conciencia y educación aparquen en zonas habilitadas y respeten las zonas peatonales.
No tengo nada en contra de estos/as conductores/as ni del establecimiento hostelero (ajeno a la situación) del que soy cliente esporádico incluso, pero entiendo que debemos construir una ciudad ordenada, sensible con la convivencia entre peatones y tráfico rodado, donde se respeten las normas de convivencia que en este caso establecen una zona peatonal y ciclista en estos jardines.
Este tipo de comportamiento me parece que denota no solo una falta de respeto a las normas vigentes, sino a la propia figura del peatón o ciclista -en cuanto a persona que no se desplaza en vehículo a motor- y al valor de una zona verde que, precisamente, ayuda a contrarrestar la contaminación que el tráfico rodado ejerce en Ceuta.
Me apena lo que me parece que debe ser un hecho habitual, un paisaje habitual cada mediodía en este lugar, que si la educación no puede resolver a corto plazo, ni las posibles sanciones de tráfico, algo tan sencillo como un bolardo practicable, para impedir el paso de vehículos a motor fuera de las horas habilitadas para los proveedores del restaurante, sí podría hacer. Y esa es una competencia municipal que creo que la Ciudad debería ejercer sin demora, y que en los días siguientes voy a reclamar por escrito a la autoridad competente.