Los responsables de la Fundación SAMU en Ceuta han comunicado a su plantilla en la ciudad autónoma que este martes le realizará una transferencia por un importe equivalente “al 50%” de sus nóminas del mes de julio. Las deberían haber percibido completas como muy tarde el viernes pasado. La entidad que atiende en Piniers y La Esperanza a parte de los niños migrantes solos que tutela la Ciudad ha puesto de relieve que volverá a hacer “un gran esfuerzo económico” para efectuar ese desembolso, ya que la administración “no ha pagado las facturas pendientes” desde febrero.
SAMU espera que con este paso pueda “paliar un poco esta situación” para su personal, que ya cobró tarde junio, algo que según algunos trabajadores ya les ha obligado incluso a pedir ayuda al entorno “para comer” y a hacer frente a cuantiosos recargos bancarios al no encontrar liquidez las entidades financieras en sus cuentas para hacer frente a sus recibos mensuales de hipotecas y demás.
El portavoz accidental del Ejecutivo local, Carlos Rontomé, ha dicho este lunes que la Ciudad tiene “hecha o en trámites de hacerse la parte de Intervención”. El órgano de fiscalización ha mantenido durante los últimos meses un rechazo firme a realizar ningún desembolso a la Fundación: desde porque el decreto de emergencia que ampara la prestación de sus servicios ya se alarga casi un año hasta por falta de certificación eficiente sobre cuál es su personal en Ceuta o qué calidad tiene la atención que brinda a los niños migrantes solos.
La evacuación de los preceptivos informes del Servicio de Protección a la Infancia necesarios para vencer sus reparos y el anuncio de una licitación para acoger a 100 menores permitieron dar por hecho la semana pasada que los pagos de la Ciudad se restablecerían de inmediato. Sin embargo, la digestión administrativa del circuito de firmas se ha prolongado más de lo esperado. Fuentes del Ejecutivo han reiterado este martes que las transferencias de la administración se materializarán “hoy o mañana”, en días en cualquier caso.
SAMU, que factura entre 50 y 70 euros por chico y día (más cuando atiende a menos jóvenes), despidió la semana pasada a parte de los trabajadores con los que contaba en ‘Piniers IV’, pero ha evitado detallar cómo ha reorganizado la prestación de sus servicios cuando la consejería le ha negado autorización para cerrar ese recurso, como pretendía.
Según comunicaciones internas de la Fundación, “en julio nos abonaron [desde la Ciudad] la factura de enero, pero eso sólo sirvió para reponer lo que sacamos de otras fuentes de financiación, pagar la nómina de junio ‘a trancas y barrancas’ y dar un cierto alivio a algún proveedor, con los que llevamos un retraso considerable”.
“Si no se corrige la situación nos vamos ver obligados a tomar la medida de suspensión del servicio prevista por la ley, poniendo por delante que nuestra principal preocupación a fecha de hoy es disponer de dinero para el pago de las nóminas”, ha avisado a la plantilla, como también se ha transmitido al Ejecutivo local, el director del departamento jurídico de la entidad, Enrique Irazusta.