El Club Natación Caballa puso el broche de oro este mismo viernes a los cursillos de verano de natación destinados a los más pequeños con edades comprendidas entre los cuatro y los ocho años.
Esta actividad, que se ha llevado a cabo en dos cursos de quince días cada uno, tenía una clara finalidad: que los niños y niñas perdieran el miedo al agua y comenzaran a ser autónomos dentro de ella. Blanca de Dios, coordinadora de estos cursillos, se encuentra “satisfecha” de haber alcanzado el objetivo, pues el primer día “vienen con mucho miedo al agua y no se quieren tirar. Entonces que el último día hagan un largo solos, o con el monitor, para nosotros es un logro y sobre todo para ellos”.
Esta actividad se organizó para dos niveles diferentes, por un lado estaban los alumnos de iniciación que apenas podían mantenerse en el agua y por otro los que ya tenían nociones de natación. En estas jornadas los monitores han intentado familiarizar a los niños y niñas con el agua a través de “una rutina”. Todo comenzaba realizando un pequeño calentamiento de movilidad para posteriormente “meterse en el agua”. Durante la clase, los niños se dividían en tres grupos según su nivel, “por una parte los pequeños que no tenían autonomía ninguna, por otra parte los que sabían algo y por último los que eran autónomos completamente que esos han hecho más natación, mientras los demás lo han hecho mediante juegos para buscar esa autonomía”, comentó Blanca de Dios.
Durante estos cursillos de verano que ha llevado a cabo el Club Natación Caballa, se han acogido alrededor de 200 niños, “una buena cifra”, comentó la monitora. En este último día donde los niños han realizado una pequeña clase donde han demostrado cómo han avanzado, también han recibido su diploma junto a una bolsa de chucherías.