Todos los estudiantes de 6º de Primaria de Ceuta se sometieron ayer a la evaluación final de ese ciclo que prescribe la LOMCE y que no tiene efectos académicos pero sí dará pie a informes individuales (a diferencia de la ‘reválida’ de Secundaria), de grupo y de centro.
El objetivo es “comprobar el grado de adquisición de las competencias en comunicación lingüística [en lengua castellana y en la primera lengua extranjera], matemática y básicas en ciencia y tecnología, así como el logro de los objetivos de la etapa”.
El resultado de la evaluación se expresará en niveles. El obtenido por cada alumno se hará constar en un informe que será entregado a las familias y que tendrá carácter “informativo y orientador” para los centros en los que los estudiantes hayan cursado ese curso de Educación Primaria y para aquellos en los que cursen el siguiente.
Además, el Ministerio podrá establecer planes específicos de mejora en aquellos centros públicos cuyos resultados sean inferiores a los valores que, a tal objeto, haya establecido.
Los resultados de la evaluación individualizada deben ser “un complemento a los datos que, a lo largo de todo el curso académico, los centros obtienen de los alumnos” para facilitar el establecimiento de “medidas de mejora” por parte de docentes, directivos, Inspección y Administración.