Desolación. Esa es la palabra que encaja con el panorama que se observa tras el incendio ocurrido la tarde del pasado martes en el camino de Ronda, en Ceuta. Todavía se respira un fuerte olor a humo y en los alrededores unas cuantas personas toman fotos de lo ocurrido. Quienes suelen caminar por el lugar se detienen y quedan asombrados por el daño que ha hecho el fuego a una zona que en cuestión de minutos pasó de verde a negro.
Cuando ocurrió el incendio, la mayoría de las casas próximas a la zona se encontraban vacías, pero en algunas donde sí había gente se les tuvo que desalojar no por peligro a que el fuego llegase a sus viviendas, sino por el humo. Pero en el caso de Ahmed Hamadi Chaib, su esposa Aziza Zouine, y sus dos hijos, su vivienda sí estuvo a punto de ser alcanzada por el fuego, pues está muy cerca de donde ocurrió todo, a escasos metros. Afortunadamente no fue así, la situación no llegó a mayores, pero sí hubo algunos daños.
Como parte del hogar de Ahmed y Aziza, no solo hay dos perros, sino también veinte gatos, diez conejos, gallinas, pollos, “y todo lo que se tiene en el campo”. Afortunadamente los bomberos llegaron a tiempo y pudieron echar agua encima del corral, mientras que los gatos y los conejos pudieron escapar y ahora caminan sobre las cenizas.
“El año pasado hicimos un cortafuegos aquí e incluso me denunciaron, pero si no llegamos a hacer un cortafuegos arde la casa porque esto estaba lleno de caña”, ha contado el hombre, señalando que en ese momento se generó un conflicto por esta situación.
Sofocado el incendio, pudieron volver a la casa cerca de la medianoche, cuando no había más peligro, pero no ha sido sino hasta hoy, con la luz del día, cuando ha podido ver cómo quedó todo. “A mí me gusta la naturaleza, me gusta el campo, me gusta disfrutar de esto y ahora quedó así”, ha señalado.
Hoy, tras el gran susto que vivieron, Ahmed ha contado que el fuego comenzó a extenderse muy rápido. Él estaba pintando una reja y su mujer estaba dentro de casa cuando pasó todo. Se metieron en el coche y salieron lo más rápido posible, por suerte minutos después también pudieron sacar a sus dos perros que estaban amarrados y que de otra forma no habrían podido escapar de las llamas. La casa no se quemó, el resto de los animales están a salvo, pero el huerto que tenían si sufrió daños, así como los alrededores.
“Las llamas han llegado a diez metros y había mucho humo”. Aziza, en medio del llanto, pensaba en sus perros, pero por suerte todos están bien.
Ahmed siente pena por lo que ha ocurrido y ha dicho que en sus sesenta años viviendo en el lugar, es la primera vez que es testigo de un incendio de tal magnitud. “Esto estaba verde estaba bonito y mira ahora como está”.
“En mi vida había visto esto, eso ardiendo nunca lo ví. Sí que ardió la parte de al lado porque al vecino se le escapó el fuego cuando metió un poquito de mecha trabajando, pero estoy hablando de hace cincuenta años”, ha rememorado Ahmed.
En las inmediaciones del camino de Ronda varios residentes notificaron al 112 que unos menores habían prendido fuego a una gaviota. Una versión que ha sido corroborada por Ahmed y su esposa Aziza, señalando que estos niños se estaban bañando en la playa cuando cogieron una cría de pavana, prendiendo fuego en dos ocasiones. “Vimos a los niños, pero yo no me imaginaba que hicieran eso. Estaban en la playa, se estaban bañando, cogieron una cría de pavana y claro, la madre estaba encima dando vueltas. Prendieron fuego abajo y después vinieron a la curva y metieron fuego otra vez, salieron corriendo y el fuego era cada vez más grande y tiró para arriba”, ha dicho el hombre.
La mañana de este miércoles en el lugar estaba personal de Obimasa y también se han acercado dos unidades del Cuerpo de Bomberos a refrescar parte de la zona del incendio. Ahora con más calma, contrario a lo que se había vivido apenas unas horas antes.
Parte de la zona donde ocurrió el fuego es de nidificación de aves. Desde la asociación Septem Nostra han señalado que en el camino de Ronda, en sus acantilados, se conserva una población importante de especies protegidas. Asimismo, han lamentado que los valores paisajísticos del Monte Hacho se hayan visto afectados por este incendio.
Ampliación: Datos oficiales del incendio
La Dirección General de Emergencias y Protección Civil, de la Consejería de Presidencia y Relaciones Institucionales, y Bomberos han concretado que la superficie quemada por el incendio forestal que afectó este martes a la zona sureste del Monte Hacho ha sido de aproximadamente 1,8 hectáreas (18.700 metros cuadrados), sobre todo monte bajo, chumberas, matorral y dos decenas de ejemplares de pino carrasco, encinas y cipreses.
El fuego, que ha sido intencionado, comenzó en torno a las 19.20 horas se declaró extinguido oficialmente a las 1.20 horas, empleándose 200.000 litros de agua para sofocarlo. El Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) se reforzó con personal libre de servicio y movilizó a un total de 35 bomberos y 11 vehículos para atender el incendio, en el que no ha habido que lamentar daños personales y tampoco en viviendas.
El incendio comenzó en la zona conocida como Vaguada Santo Matoso-Huerta Berrocal, próxima a la playa del Desnarigado, y se propagó en dirección a la carretera, presentando dos frentes, uno de ellos en las proximidades de una vivienda, que tuvo que ser desalojada por seguridad, al igual que la playa.
La intervención concluyó sin incidentes en torno a las 2.00 horas, una vez refrescado el terreno. Posteriormente, sobre las 7.00 horas, una dotación ha acudido al lugar para apagar pequeños focos que se han reavivado durante la noche, empleando otros 3.000 litros de agua.
El Gobierno local quiere agradecer a todos los servicios que, coordinados por la Dirección General de Emergencias y Protección Civil han colaborado en las tareas de extinción: El SEIS; el Área de Coordinación de Emergencias ARCE-Protección Civil; el Teléfono de Emergencias 112; Policía Local; Policía Nacional y Guardia Civil, Parque Móvil; la Asociación de Voluntarios de Protección Civil (AVPC); la Unidad de Servicios de la base Teniente Ruiz y personal la Comandancia General de Ceuta, la sociedad pública OBIMASA y Cruz Roja.
CON QUE UNOS NIÑOS QUEMANDO UNA PAVANA ES QUE LA GENTE DE CEUTA ES LA LECHE CONTANDO MILONGAS.
Menudos elementos tienen que ser los de la pobre gaviota.....Así nos va.
Mientras siga la dictadura del Menor soportaremos barbaridades como esta.