La Sala de Usos Múltiples de la Biblioteca Pública del Morro se ha convertido en el lugar de ceremonias para albergar la graduación del alumnado de la Escuela de Arte de Ceuta. Esta se ha celebrado durante la tarde de este viernes, minutos después de las 19.30 horas.
La casi treintena de estudiantes, todos ellos del 2º de Bachillerato en la modalidad de Arte, Diseño e Imagen; Ciclo de Grado Medio de Asistencia al Producto Gráfico Interactivo; y Ciclo del Grado Superior de Gráfica Interactiva, se han convertido en los protagonistas de esta cita tan especial. La mayoría ha querido llegar antes, reencontrarse con sus compañeros a las puertas de la Biblioteca para conversar. Los nervios se podían ver reflejados en sus caras.
“Esta es la cuarta graduación de la Escuela de Arte, donde los protagonistas son los alumnos, quienes han preparado una presentación amena, con vídeos, fotos y donde ha habido un diálogo en tono humorístico”, ha explicado el director de la Escuela, Francisco Manuel Ruiz Álvarez. Varios alumnos se han encargado de dirigir la ceremonia, quienes han tenido esa acidez para hacer reír a los allí presentes: familiares y profesores.
Otros pupilos han intervenido para ofrecer unas palabras en agradecimiento a sus docentes, los que les han acompañado durante estos años hasta llegar hasta la graduación. Una cita ligera, fresca, desenfadada y, no menos importante, un derroche de emociones cuando se ha sido la imposición de becas. Estas han sido de color blanco con el logo de la Escuela. Mientras ha salido cada uno de ellos, se ha podido ver en el proyector una imagen de ellos.
Mejor expediente
Este no ha sido el único agradecimiento, sino que tres de estos alumnos han vuelto a salir para recibir un premio extraordinario a modo de reconocimiento por ser los mejores expedientes académicos. En primer lugar, Gaiza Prieto Lahoz, alumna de segundo de Bachillerato. A continuación, le ha seguido María Delgado Rodríguez, del Grado Medio y, por último, Esther Martínez Rodríguez, perteneciente al Grado Superior.
Un acto emocionante, con una duración que no ha llegado a la hora, pero la que recordarán con mucho cariño. Estos jóvenes han alcanzado la meta y el reconocimiento está ahí. Ahora miran hacia nuevos horizontes, pero con la garantía de haber crecido tanto a nivel personal como profesional.