El pasado viernes día 5 de mayo sobre las 11:30 horas en la zona del Puerto, un agente perteneciente a la Policía Local que se encontraba fuera de servicio, escuchó a un ciudadano pidiendo auxilio y gritando “¡llamen a la Policía!”.
El funcionario se acercó al lugar y vio a una persona que estaba siendo agredida, solicitando ayuda. En ese momento el actuante se identificó como policía con su placa y carnet profesional y redujo al agresor. Preguntado al requirente qué le ocurría, le manifestó que la otra persona había intentado sustraerle el teléfono móvil, llegando a intimidarle en un primer momento, pasando a agredirle ante la negativa de querer entregárselo.
Una vez reducido, el agente actuante, ante las manifestaciones de la víctima, que se encontraba herido y con el rostro ensangrentado. Procedió a la detención del agresor, no sin antes informar de la razón de la misma así como de los derechos que le asisten.
El agente solicitó desde su teléfono móvil a la sala 112, la presencia en el lugar de una dotación policial. Varias unidades se personaron en el lugar e hicieron el traslado del presunto agresor a dependencias del Cuerpo Nacional de Policía para instruir diligencias, así como a la víctima al servicio de urgencias para atenderle de las lesiones sufridas.
Muchas gracias por esos profesionales