El jurado ha concedido el décimo sexto Premio Convivencia a los Franciscanos Custodios de Tierra Santa. Una propuesta que vino de la mano del embajador de España en Israel que bien conoce la labor de la congregación religiosa allí. Ésta lleva ocho siglos cuidando no solamente de los santos lugares para el cristianismo sino también atendiendo a los peregrinos que deciden visitar Tierra Santa. Los méritos no acaban ahí ni mucho menos. Son actores principales en el diálogo interreligioso en la zona, teniendo en cuenta que, al igual que en Ceuta, en un espacio pequeño conviven comunidades de diferentes religiones y culturas. Por todos estos motivos, y muchos más recogidos en el acta, el jurado adoptó por unanimidad esta decisión. En la misma tarde de ayer se comunicó el veredicto tanto al embajador Fernando Carderera como a los responsables de la congregación religiosa. Éstos aceptaron gustosos el galardón y en los próximos días se volverá a contactar con ellos para determinar una fecha de entrega del premio. Este es otro punto a favor que llena de orgullo a Ceuta. El poder hacer entrega del premio que representa el ejemplo de los valores de la convivencia y la paz entre pueblos. El anterior, concedido a la niña Malala, no pudo ser entregado, pero en esta ocasión todo apunta a que sí.