La inauguración de la Exposición Universal de Sevilla (Expo 92) cumplió 30 años el 20 de abril de 2022. Una ventana al mundo (101 países de cinco continentes acudieron a la cita) en la que Ceuta estuvo presente a través de su stand en el pabellón Ambiente 92, como relatan las crónicas de la época publicadas por El Faro de Ceuta.
El ceutí José López-Pozas se ha reencontrado estos días con su pasaporte de la Expo 92, en el que los visitantes estampaban el matasellos de los expositores por los que pasaban. En las páginas del documento puede verse impreso en tinta, entre otros sellos, el de 'Ceuta 92. Llave de continentes'. Un recuerdo que no puede acompañar con fotos, pero que El Faro, memoria de Ceuta escrita, atesora en su hemeroteca.
Como explicó por entonces Antonio Torrecillas Martínez, director gerente de la oficina de Ceuta en la exposición universal, "hemos observado con alegría y muchas veces con emoción, cómo reaccionaban los ceutíes que han visitado nuestro stand". Uno de los paisanos que tuvieron la oportunidad de conocer este 'trocito' de Ceuta en Sevilla, López-Pozas, guardan un grato recuerdo de aquel momento.
Como ocurre en acontecimientos de esta envergadura, tanto el Ayuntamiento local como la Confederación de Empresarios (CECE) impulsaron diversas iniciativas para facilitar el viaje de ceutíes a la capital hispalense y para la promoción de productos, con la posibilidad de negocios que supondría.
La anécdota de la representación de Ceuta en el pabellón de España la protagonizó la reproducción de un biberón de la época romana a la que, además de artículos, Vicente Álvarez le dedicó una viñeta de Pepe Caballa. Las autoridades implicadas también barajaron llevarse hasta la muestra en Sevilla algún cuadro de Bertucci.
30 años de la Expo 92
La Expo de Sevilla estuvo abierta al público desde el 20 de abril de 1992 hasta el 12 de octubre del mismo año, día del Descubrimiento de América, un total de seis meses. Hasta 18 millones de personas diferentes visitaron el evento. En total se contabilizaron 42 millones de visitas.
La entrada general costaba 4.000 pesetas de entonces, 1.500 para niños y ancianos; el pase para el total de duración de la exposición, 30.000. También había ofertas por grupos, familiares, e incluso por entrar de noche, desde las 20:30 a las 4:00 de la madrugada.