Ana González es otra deportista de Ceuta destacada en el mundo de la natación. Concretamente su nombre es sonado en la modalidad de aguas abiertas, aunque también se desenvuelve en la piscina en la temporada de invierno.
Desde muy pequeña y sin apenas recuerdo de cual fue la primera vez que dio sus primeros pinitos en el agua, la ceutí, “desde que tengo uso de razón estoy metida en una piscina”.
Sus inicios, como casi todos los deportistas que se dedican a este mundo y a este tipo de deportes, comenzó en el Club Natación Caballa donde “siempre se brinda la oportunidad de nadar”. Su hermana mayor era nadadora de este club por lo que Ana González “siempre tuve el gusanillo” y desde ese momento y a una edad bastante temprana “siempre he estado metida en el mundo de las competiciones a nivel andaluz”.
Además de la natación, el Club Natación Caballa le brindó la oportunidad de formar parte del equipo de waterpolo donde “estuve compitiendo durante unos cuatro años o más”. Para la ceutí fue una muy buena experiencia ya que llegó a participar en campeonatos a nivel nacional puesto que el equipo estaba “en Primera División”.
Dos deportes diferentes pero con algo en común, el agua. Ana González durante un tiempo solapó ambas modalidades. Aunque también tuvo sus primeros contactos con las aguas abiertas gracias a “una travesía muy conocida que se realiza en la fecha de la Patrona y otra en Navidad. Ahí hemos participado todos”. Por lo que durante un tiempo los tres deportes “han estado mezclados”.
A los 17 años conoció el Club Aguas Abiertas, que es “una asociación sin ánimo de lucro. Formado por un grupo de amigos que llevan a cabo una función extraordinaria”. Para Ana este descubrimiento fue lo que prácticamente la aferró a este deporte donde incluso en invierno salen a nadar “ya sea con traje o sin él”. Además son los encargados de organizar las travesías que se realizan en verano en las que “estoy a nivel competitivo o a nivel organizativo”. Actualmente este Club Aguas Abiertas es donde “me he asentado”. Para ella este grupo de amigos es como “mi familia. al final no es tanto por la excusa de nadar sino por la cerveza de luego”.
Ana González sigue con la natación, pero si tuviera que elegir entre las dos modalidades, se quedaría con aguas abiertas ya que “siempre le he tenido miedo a la piscina. Soy muy vergonzosa y en la piscina parece que te ven más. Además, siempre se me ha dado peor la corta distancia”. A parte de ese motivo, las largas distancias siempre han llamado más la atención de la deportista y es por eso que las aguas abiertas le gusta más porque “te brinda un abanico más amplio de posibilidades”.
En la temporada de invierno, Ana González compite en piscina, pero no lo hace en representación de Ceuta porque “no está consolidado un equipo máster”. El Club Deportivo Los Barrios le dio la oportunidad de competir con ellos “como hacen mucho más nadadores de aquí”.
Ana compite a nivel amateur porque “mi nivel no está a nivel absoluto como Nacho Gaitán, Aitor o Lara. Nombres de nadadores brillantes que se pueden permitir el lujo de ir representando a Ceuta”.
Ana González nombra a compañeros brillantes pero ella también es destacada en las clasificaciones cuando se realiza alguna travesía. Según la deportista todo ha sido cuestión de suerte ya que “la demanda de las nadadoras de fuera no ha sido alta”. Pero durante mucho tiempo la ceutí se mantuvo en los primeros puestos de la clasificación, a pesar de que en travesías como la Vuelta al Hacho “donde viene gente que se dedica a nivel profesional”, siempre ha sido más difícil.
El nivel de la natación en Ceuta cada vez es más elevado, “Lara y Marina son nadadoras que están cogiendo medallas a nivel andaluz y que se están clasificando para Campeonatos de España”. Algo que requiere mucho esfuerzo y que es muy meritorio para estas jóvenes deportistas. Pero a nivel de “toda la vida” como comenta Ana, hay una persona destacable, “Mari Carmen Ríos, la madre de Guillermo Molina. Ella si que es la madre de la natación en Ceuta”.
Atravesando los distintos mares
Ana González tuvo la oportunidad de participar en la Copa de España porque “se hizo un año de manera extraordinaria y nos permitieron participar”. Allí los ceutíes realizaron un gran papel al igual que otras veces que han salido de la ciudad para competir, aunque esas veces “fue a nivel personal”. En algunas ocasiones un grupo de amigos se reunían para realizar travesías como la de “Lanzarote o las Islas Cíes”. Todas estas competiciones han sido a nivel amateur porque por ahora no hay a nivel profesional ningún representante, aunque Ana espera que “mi amigo Gaitán consiga un nivel mucho más alto que los demás”. Ana se ha medido en muchas competiciones y cada una de ella “ha tenido lo suyo”. En Lanzarote, la ceutí se impacto al “ver pasar un tiburón por debajo”. Pero las más difíciles para ella siempre son las de Ceuta porque “sientes más presión. La gente espera que hagas algo extraordinario. Además te bates en duelo con las personas que entrenas. En una travesía estuvimos 40 minutos peleando como leones”. Para Ana González su mayor marca personal fue la de la Copa de España donde “adquirí el tercer puesto”.
Vínculo con la natación
Actualmente Ana no está tan enfocada en el entrenamiento, pero de normal realiza sesiones de “dos días de piscina y tres o cuatro de mar”. La época del año no importa para estos deportistas, que además de entrar al agua tienen que tener una buen “preparación física y varios periodos cíclicos en los que se involucran cosas distintas”. En total son alrededor de dos horas y media de entrenamiento. La deportista ceutí en su caso entrena entre “tres y cuatro horas a la semana. Si se acercan las travesías le metemos más caña”. El nadar se ha convertido en algo imprescindible en la vida de Ana, quien tiene un gran vínculo “con el mar. Me cuesta mucho trabajo vivir sin mar. Un amigo dice que en el mar se quedan todos los demonios, y es verdad. Todos entramos con una cara al agua y salimos con otra”. Sin duda alguna Ana ha nacido para estar en el agua y es por eso que si pudiera elegir de nuevo lo elegiría porque “es el deporte de mi vida. No concibo mi vida sin él”. Cada vez que Ana entra al agua siente que “es mi medio”. Parece que la deportista ceutí “he nacido para estar aquí y no en la tierra”. Al final Ana González cuando entra al mar se encuentra, nunca mejor dicho, “como pez en el agua”.
Trayectoria
Ana González comenzó en el Club Natación Caballa donde nadaba y durante unos años jugó al waterpolo. A raíz de diferentes travesías comenzó a probar con la natación de aguas abiertas. Actualmente compite en invierno con el Club Deportivo Los Barrios y pertenece al Club de Aguas Abiertas.