La pandemia de la COVID-19 puso sobre la mesa la importancia de la salud mental. Tras este duro golpe de realidad, los profesionales del sector reclamaron más derechos y un aumento de las plantillas para así atender a un mayor número de usuarios con el fin de reducir las largas listas de espera. En España, la ratio se cuenta en 6 psicólogos por cada 100.000 habitantes, cifras alejadas a las de la Unión Europea, donde asciende hasta los 18. Si se precisa en Ceuta, el número disminuye hasta los 2’5, teniendo en cuenta que esta es una ciudad de 80.000 habitantes.
Dos psicólogos y cuatro psiquiatras son el total de trabajadores que conforman esta red dentro de la sanidad pública ceutí. “La demanda que se hace es que se equipare a la ratio de España, que ya de por sí es minúscula”, comenta Lola Escalante, presidenta del Colegio Oficial de Psicología de esta ciudad. También dice que esta solicitud “no es a título local, sino que se pide a nivel nacional porque los números son irrisorios”.
Por otro lado, Escalante explica que hay otra solicitud, que es “la de que haya trabajadores en la Atención Primaria, como existen en otras Comunidades Autónomas”. Por ejemplo, Asturias, Madrid, Cataluña o Islas Baleares. En este caso, la ciudad de Ceuta no brinda de esta realidad, lo cual conlleva que, en algunos casos, “si no se deriva al profesional de psicología, la otra opción que existe es recetar fármacos”. España, según el informe de 2021 que publicó la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes de Naciones Unidas, ocupa el puesto número uno a nivel mundial en el consumo de diazepam (valium), lorazepam, clonazepam o temazepam.
Sobre lo anterior, Lola Escalante explica que “estos productos generan adición en los usuarios y suponen un mayor coste a las arcas del Estado, más que si se invirtiese en terapias y profesionales”.
Esta realidad denota que las listas de espera son largas. El tiempo se extiende hasta el mes en adelante, lo cual provoca a que muchos opten por los gabinetes privados. Es aquí donde se genera una brecha, que no está al alcance de todos los bolsillos. “Debería ser un derecho de todos, la salud mental es igual de importante que la física”, ultima la presidenta del Colegio Oficial de Ceuta.