Este lunes la cultura hizo frente al estruendo y horror de la guerra en Ucrania. Muestra de ello fue el acto simbólico que se celebró en el Teatro Auditorio Revellín de Ceuta, ‘Lecturas por la paz: poemas contra las bombas’ con motivo del Día Mundial de la Poesía. Un canto a la paz que pretendió poner cordura a todo lo que sucede en esta parte de Europa del este.
Esta actividad, promovida por la Biblioteca Municipal del Estado Adolfo Suárez, la Fundación Convivencia, el Instituto de Estudios Ceutíes, así como Cáritas Diocesana de la ciudad o Cruz Roja, entre otras entidades, quiso poner de manifiesto este género literario. Un arte que brilló con todo su esplendor.
Para dar comienzo, el himno del país ucraniano sonó. Los allí presentes quedaron en silencio, sumergidos en un ambiente íntimo acompañado de una luz tenue. Tras poner fin, el presidente del Instituto de Estudios Ceutíes subió al escenario para dar voz a lo que se estaba dando lugar allí. Estos “poemas hunden de la tradición literaria y cultural de Ucrania”. En todo esto, la Ceuta International Simphony Orchestra (CISO) quiso poner la nota musical.
En cuatro bloques se estructuró esta acto y en mitad de cada uno de estos, la CISO toco piezas de la talla de Johan Sebastian Bach, Johannes Brahms o Sergei Prokofiev. Los espectadores quedaron encantados con el sonido de la música clásica.
El grosor de esta jornada quedó en la poesía. En este caso, proveniente de autores ucranios, los cuales suelen ser desconocidos por parte de la población española. Más de una treintena de personalidades públicas de la ciudad de Ceuta pisó este escenario. Algunos de ellos ya practicaban previo al acto, calentaban sus voces para no cometer ningún fallo y así demostrar la valía ante la prosa. Lo de este lunes fue una clase magistral para conocer a nuevos autores. Algunos vivos y otros de tiempos pasados. Todos ellos hicieron y hacen que la lengua ucrania siga activa, fuerte ante las adversidades de estos tiempos.
Con esa proyección no hizo falta palabras, sino con la mirada ya se presuponía el dolor
El primero en subir a las tablas del Auditorio fue Juan Vivas, presidente de Ceuta, quien recitó ‘Musa’ de Taras Shevchenko. A sus espaldas quedaba una imagen del horror de la guerra. Con esa proyección no hizo falta palabras, sino que a través de la mirada ya se podía presuponer todo el dolor que sufren estas personas. Una madre agarrando con todas sus ganas a su hijo o el amasijo de hierros y cascotes tras caer un proyectil en un edificio. Ante el terror, las palabras quedan a un segundo plano.
Tras la intervención de Vivas, los aplausos sonaron por parte de los allí presentes. No solo fue a él, sino que a todos los que pasaron por allí, también los acompañó ese cálido arropamiento. Después de él, la delegada del Gobierno, Salvadora Mateos recitó ‘A las estrellas’ de Lesya Ukrainka. Y así, uno tras otros fraccionados en bloques y con la intervención de la CISO. Música y poesía en este día mundial. Cultura por los cuatro costados, que deleitó a todo el personal.
Más de treinta rostros conocidos. Otros fueron el de José Manuel Pérez Rivera, Susana Hevia, David Muñoz, Ramón Galindo, Carlos Rontomé, Sony Lalwani, María Sánchez Miaja o Arantxa Campos. Rostros conocido de la cultura, mundo de las empresas, grupo de lectura, Universidad o política de Ceuta.
A modo de cierre, la ovación se lo llevó Iryna Milovidova, una ucraniana residente de acogida por una familia ceutí. Los aplausos por parte de todos no faltaron. La muestra de cariño se palpó con fuerzas.
En este Día Mundial de la Poesía, Ceuta abrazó de lejos a Ucrania, pero la sintió de cerca. Esta ciudad, a través de distintas entidades, quisieron poner su granito de arena, su solidaridad a través de un lenguaje universal, como es el arte del poema.