El Auditorio del Teatro del Revellín ha acogido esta tarde una cita con los más pequeños. El espectáculo ‘Dumbo’ ha llegado a Ceuta tras una larga espera. Febrero fue la primera fecha que se marcó en el calendario, pero por motivos ajenos a la organización, la obra hubo de ser aplazada.
El patio de butacas, así como el anfiteatro, se se han llenado de ilusión e inocencia rebosantes por los cuatro costados. Fuera llovía y hacía algo de frío. Todo lo contrario en su interior, donde el calor de la obra destilaba un clima familiar, hogareño. Minutos más tarde de las 19.30, el espectáculo comenzaba. Aplausos para dar la bienvenida a lo que ha sido algo más de una hora de diversión, acompañados de mucha música, bailes y focos muy coloridos.
El protagonista de este espectáculo fue un pequeño elefante bajo la piel de una chica con síndrome de Down. Ambientado en un circo, este animalito era particular a ojos de varios ratones, quienes se mofaban de él por sus “grandes orejas”. Acomplejado, le preguntaba a su mamá: “¿cómo voy a dormir con todas las preocupaciones que tengo?” Su progenitora, preocupada por esta difícil situación, le ofreció todo su apoyo incondicional. Una manera para que creyese en sí mismo y que el día de mañana fuese el mejor de este lugar.
En toda esta escena y todas las que le siguieron, ha habido un mensaje claro dirigido tanto a mayores, como a pequeños. Sin duda, una lección magistral para combatir el ‘bullying’, asunto tan de actualidad y que a día de hoy sigue sufriendo muchos menores en las aulas. Un espectáculo de este calibre tenía todas las garantías para que los niños disfrutasen de lo lindo, acompañados de sus padres y madres. Ninguno perdía de vista todo lo que acontecía en el escenario.
Malabarismo, diversión y mucha música en una tarde de domingo lluviosa en la que, como ocurre en muchas películas infantiles, los mensajes directos e indirectos van dirigidos a toda la sociedad. No entiende de edad porque, por ejemplo, el ‘bullying’ no es cosa de unos pocos, sino de todos. Además, este espectáculo también ha tenido en consideración a las personas sordas. Un intérprete de lenguaje de signos los guiaba en todo momento. Lo que esta tarde ha vivido en el Revellín ha sido un espectáculo inclusivo, que ha abierto las puertas a toda la sociedad.