La Cofradía del Santísimo Cristo de la Encrucijada y Santa María de las Lágrimas de Ceuta ha organizado esta mañana su día principal con una eucaristía en la catedral de Ceuta en la que todos los hermanos, incluidos los miembros de la junta, han realizado el acto de potestación de fe.
Con su director espiritual, el padre Arturo, de la iglesia de Santa Teresa, como maestro de ceremonias, los componentes de la Cofradía se han ratificado como cristianos y creyentes y han aceptado las normas de la organización a la que pertenecen. Lectura del credo, juramento con la mano derecha puesta en el Evangelio y pronunciación de las palabras que cada uno tuviera previstas han sido los pasos dados durante ese momento. Estaba previsto realizar también la entrega de medallas, pero, según ha informado el Hermano Mayor, Pedro Mariscal, recientemente elegido, “la mayoría de gente es de Hadú y no dio tiempo a prepararlo todo”.
Por ello, el acto se pospone hasta el tiempo de Gloria, a continuación de la Semana Santa, cuando se espera poder realizar el evento.
Fuera de su parroquia
Cabe recordar que la Cofradía se encuentra fuera de su parroquia, ubicada en Hadú y pendiente de que se arregle el techo, que está derrumbado. Por ello, Mariscal ha adelantado que, a la espera de poder regresar -con suerte el año que viene, pero siempre en función de la Ciudad y el Obispado-, las salidas de las procesiones de Semana Santa se realizarán desde la catedral, incluido el Encuentro Chico, el Jueves Santo.
Por último, Mariscal ha querido agradecer la ayuda de la barriada de Hadú y del pueblo de Ceuta en general. A todos ellos ha pedido “paciencia, fe y confianza en la nueva Junta”, que, ha asegurado, trabajará día tras día para “salir adelante y seguir siendo lo que ha sido siempre: una cofradía de barrio, pero importante”.