A modo de introducción, en estas colaboraciones que estarán dedicadas a la creación, organización y desarrollo del “Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Ceuta nº 3”, (1.914—1.927), y con ello, se inicia y desarrolla unas de las páginas más gloriosas de su Historia en nombre de España.
Tengo que confesar, que una vez recopilados algunos documentos, y todos sobre la mesa, pensé que escribir sobre la brillante “Historia” del “Grupo de Regulares de Ceuta nº 3, en su periodo (1.914—1.927), me iba a resultar muy complicado, el desarrollar un periodo de tiempo tan especial, para la Historia de Ceuta y España.
Esto de escribir no es mi oficio, ni tampoco es mi mérito capaz, por sí, de suceder a las plumas autorizadas, legitimadas, magistrales, que con estilo, galanura y acierto, ocupan muchas páginas en los diversos medios de comunicaciones escritos.
Por mi formación docente, en el área de las Ciencias, y en este caso quien escribe; su especialidad en la asignatura de matemáticas, en la que se nos inculca el análisis exhaustivo de cualquier reto y problemas que se nos presente.
Soy consciente, que las personas que escriben, suelen ser personas “versadas en letras”, con conocimiento realmente de lo que escriben, o de aquellos que sienten admiración por el Ejército. Creo humildemente que no cumplo la primera condición, pero cumplo con creces la segunda (mi padre era militar, y he vivido prácticamente durante bastante tiempo en dos cuarteles: en Tetuán y Ceuta).
Por ello, desde mi humilde conocimiento del estamento militar y fiel a la responsabilidad sobre mi vinculación con las tradiciones, en la que me gusta investigar, recopilar con esmero, escribir y publicar, es por lo que intento llevar a unos folios, dentro de mis posibilidades, mis humildes conocimientos sobre el glorioso “Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Ceuta nº 3 (1.914—1.927).
Y haciendo saber, que los actuales componentes del “Grupo de Regulares de Ceuta nº 54”, están comprometidos a mantener ese legado y tradiciones, mediante la instrucción y adiestramiento para alcanzar la mayor eficacia que el combate moderno requiere; y es por ello que:
“Quiero dedicar estas colaboraciones, al glorioso “Grupo de Regulares de Ceuta nº 54”, que seguirán fielmente la tradición que sus antecesores les legaron en un “Historial” brillante. Descansen en paz los que cayeron, puesto que su sacrificio no ha sido estéril, y vivirán ya para siempre en nuestros corazones, que laten de dolor y de cariño a su recuerdo por su lealtad a España”.
No quiero dejar de pasar, mi considerado agradecimiento, por la ayuda y documentación recibida, por parte del Sr. coronel D. Antonio Carrión Manzanares, y del Suboficial Mayor D. José Aurelio Téllez Vázquez, del Grupo de Regulares de Ceuta, que han hecho posible, el desarrollo de ésta, y siguientes publicaciones (5).
También quiero significar, que me ha sido muy útil, dentro de los documentos recibidos como fuentes de información, las notas para la historia orgánica de las Tropas Indígenas del antiguo Protectorado Español en Marruecos del año 1.967, de D. Joaquín de Sotto y Montes, General de Caballería, y Diplomado de Estado Mayor. Unas notas mecanografiadas (escritas con las añoradas máquinas de escribir), que he considerado muy interesantes. Las fotografías corresponden al archivo de Regulares y algunas de las publicadas por los Sres. González Rosado y García del Rio, en su magnífico libro sobre los Regulares de Ceuta (1.915—1.985), que recogen muy ampliamente y con toda clase de detalles, una muy importante información, que me ha ilustrado mis conocimientos.
Y para finalizar, lamento profundamente que las páginas que les voy a dedicar a este “Glorioso Historial” de los Regulares Indígenas de Ceuta nº 3”, no sean los suficientes, ya que se trata de disponer de unos espacios limitados, como corresponden a las publicaciones en la prensa.
Por consiguiente, voy a comenzar con mis colaboraciones, con el origen de las Fuerzas de los Regulares Indígenas, para continuar de manera exclusiva con nuestro “Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Ceuta nº 3”
Pero permitidme que haciendo honor al título de cabecera exponga el palmarés de condecoraciones de los Grupos d Regulares Indígenas en General, y de nuestro Grupo de Regulares de Ceuta nº 3 en particular:
56 Laureadas de San Fernando, Individuales.
18 Laureandas de San Fernando, colectivas
208 Medallas Militares, Individuales 61 Medallas Militares Colectivas
A continuación, expresamos el palmarés de condecoraciones de nuestro Grupo de Regulares de Ceuta nº 54, en la que observamos con satisfacción, es el más condecorado del Ejército español.
Por lo tanto, aquí tenemos el reparto de condecoraciones, colocadas en su moharra.
Condecoraciones colectivas
La Bandera Nacional del Grupo de Regulares de Ceuta nº 54, tiene el honor de ser la más condecorada del Ejército español colgando de su moharra. (moharra: es la punta de la lanza, que comprende la cuchilla y el cubo con que se asegura en el asta las puntas metálicas de las armas, de los Estandartes y de las Banderas)
10 Laureandas de San Fernando
33 Medallas Colectivas
Condecoraciones individuales
El Grupo de Regulares de Ceuta nº 54, es el que más condecoraciones individuales tiene.
15 Laureadas de San Fernando
67 Medallas Militares
¿Cuáles fueron las causas de la creación de los Grupos de Fuerzas Regulares Indígenas?
Nos podemos preguntar primero: ¿Qué significa tropas Regulares?
Un “Ejército Regular” es el Ejército oficial de un Estado o poder legalmente constituido, por contraposición a las “tropas irregulares”, tales como guerrilla, ejércitos privados, mercenario etc.
Se ha escrito mucho sobre las causas que llevaron a crear estas “Fuerzas Regulares Indígenas”, en la que yo destacaría: Por un lado, la llegada a la península de noticias muy negativas, de lo que estaba sucediendo en la zona norte de Marruecos.
Otra situación, al parecer, se debió al malestar de la prensa y la opinión pública española, que se negaba al envío de tropas a África. Y finalmente, lo que nos estaba costando dicha guerra en bajas, y que la sociedad española no estaba conforme en asumir. De ello surge la Real Orden:
La Real Orden Circular de 30 de Junio de 1.911. dispuesta por S. M. el Rey D. Alfonso XIII, se establece en el Ejército un “Batallón de Infantería” con cuatro Compañías y un Escuadrón de Caballería Indígenas, dependientes de la Capitanía General de Melilla”
En esta ocasión era Ministro de la Guerra D. Agustín de Luque y Coca.
Estado Mayor Central del Ejército :
Cuya Real Orden, la exponemos de forma abreviada:
La extensión de los territorios del Rif, ocupados actualmente por nuestras tropas, exige el mantenimiento en ellas de un núcleo importante de fuerzas para asegurar la tranquilidad del territorio, y el desarrollo a su amparo, el comercio y demás fuentes de riqueza del país. Sometidos a nuestra influencia los habitantes de las Kabilas ( Kabila o Cabila: es un término de origen árabe, utilizado para designar tanto a las tribus de árabes y bereberes del norte de África, como al territorio donde se asientan) ocupadas como consecuencia de la última campaña, parece llegado el momento de ir creando tropas sufridas con los elementos indígenas afectos a España, que sirvan de núcleo para la organización de fuerzas “indígenas regulares”, con cohesión y disciplina, y capaces de cooperar en las operaciones tácticas con las tropas del Ejército.
Teniendo en cuenta las razones expuestas, Su Majestad el Rey (q. D. g.) ha tenido a bien disponer la siguiente Real Orden Circular de 30 de junio de 1.911, (Orden citada anteriormente en este apartado), creando un batallón de Infantería con cuatro Compañías y un Escuadrón de Caballería, Indígenas dependiente de la Capitanía General de Melilla. La citada Real Orden consta de 11 Artículos. (de la que citaremos algunos).
Artículo 1º.- Se hace constar la creación de las fuerzas, indicadas anteriormente dependiendo de la Capitanía de Melilla
Artículo 2º.- Expresa que el personal de Oficiales a excepción de los Oficiales moros de 2ª clase, serán del Ejército español, y de las armas de Infantería y Caballería respectivamente, y la tropa indígena.
Artículo 4º.- Se especifica que ejercerá el mando un Teniente Coronel, y tanto éste, como el personal de Plana Mayor, podrán ser, indistintamente, de cualquiera de las dos armas de Infantería o Caballería.
Artículo 5º.- Estas fuerzas se regirán para su funcionamiento por el Reglamento de la “Milicia Voluntaria de Ceuta”, aprobada por Real Orden de 16 de Julio de 1.895 (C. L. 216), teniendo en cuenta las modificaciones sufridas por el mismo, principalmente las introducidas por el Real Decreto de 31 de diciembre de 1.909, y lo prevenido en la Real Orden Circular de 30 de junio de 1.912 (C. L. nº 127), en cuanto no haya sido modificado por la presente disposición.
La Real Orden Circular de 30 de Junio de 1.911 establece en el Ejército un Batallón de Infantería con cuatro Compañías y un Escuadrón de Caballería Indígenas, dependientes de la Capitanía General de Melilla
“En resumen, podemos decir que la primera Unidad creada por la Real Orden de 30 de junio de 1.911, se denominó “Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Melilla”. Dicha Orden, firmada por D. Agustín de Luque y Coca, como ministro de la Guerra.
“Para el mando y su organización se nombra el 24 de julio del mismo año (1.911) al Teniente Coronel de Caballería D. Dámaso Berenguer Fusté”. (Nacido en San Juan de los Remedios, Cuba 1.873- Madrid 1.953).
Como militar africanista, resultaba atípico porque era hombre reservado, estudioso, culto, honrado, prudente y calculador. Se aprovecha su gran hoja de servicios; su experiencia militar, y el estudio realizado en otros países, en relación con Unidades Indígenas, puestas en marcha años atrás, sobre todo en Francia (Argelia).
Incluimos la ‘Orla’ de la Academia de Caballería de 1.883 (nº 71)
No fue fácil, la organización de los “Regulares Indígenas”. Reinaba en principio una desconfianza generalizada, ante el temor a su deslealtad (podrían desertar), algunos colectivos voluntarios no eran mucho de fiar etc. etc. Es decir muchas dudas sobre su comportamiento.
Y después de hacer de ellos buenos soldados; trabajo a realizar por los Jefes y Oficiales escogidos por el teniente coronel D. Dámaso Beremguer. La mayoría de los designados fueron del Regimiento de Taxdirt, los de Caballería, y del Regimiento Melilla 59, los de Infantería.
Creación y organización de los Grupos Regulares Indígenas
Teniendo en cuenta el gran rendimiento, del recién creado “Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Melilla”, y la necesidad de aumentar las fuerzas de los ‘Regulares’, en el territorio africano, debido a los acontecimientos bélicos, surge:
“La Real Orden Circular de 31 de Julio de 1.914”, y su publicación en el “Diario Oficial” del Ministerio de la Guerra, con fecha 2 de agosto de 1.914 (D. O. 169). Siendo ministro de la Guerra D. Ramón Echagüe y Méndez Vigo.
Este es el punto de partida de la creación y organización de los “Cuatro Grupos de Regulares” (entre ellos el de Ceuta), del cual daremos cuenta a continuación.
Dicho Diario Oficial, en Circular. Excmo. Sr. Expresa: La necesidad de utilizar los elementos indígenas afectos a nuestra influencia en Marruecos en la forma compatible con su aptitud y la oportunidad del momento, ha exigido al principio de nuestra acción en África, la creación de diferentes clases de fuerzas indígenas. Resumimos algunos artículos:
Artículo 1º.- Se recoge que en lo sucesivo las tropas indígenas organizadas o que se organicen en la zona del Protectorado de España en Marruecos, se ajustará a uno de los cuatro tipos de fuerzas siguientes:
a).-Tropas del Majzén. b).- Fuerzas Regulares Indígenas. C).- Fuerzas de Policía Indígena. D).- Fuerzas Irregulares auxiliares.
Artículo 4º.- Se indica que las fuerzas Regulares estarán constituidas, por ahora y en tanto las circunstancias no permitan ampliarlas, por “Cuatro Grupos de Fuerzas Regulares Indígenas”, formado cada uno de ellos de dos “Tabores” (se denomina Tabor a una unidad militar del ejército colonial español, equivalente a un pequeño batallón. Dos Tabores se agrupaban para formar un “Grupo” de Fuerzas de Regulares Indígenas en el Protectorado Español), de infantería, de tres Compañías, y un Tabor con tres Escuadrones, al mando de un teniente coronel, y con la plantilla que se fija en el estado nº 1, sirviendo de tipo para la organización de estas tropas las actuales “Fuerzas Regulares Indígenas de Melilla”.
El primero de estos Grupos estará constituido por las citadas fuerzas Regulares de Melilla con la denominación de ‘Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Melilla nº 1’. El segundo Grupo con la denominación ‘Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Melilla nº 2’, se organizará en la Plaza de Melilla.
El tercer Grupo se organizará en la zona de Tetuán, reuniendo los elementos que constituyen el Tabor de Tetuán, la sección de Policía Indígena de esta Plaza y la “Milicia Voluntaria de Ceuta”, y se denominará ‘Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Tetuán nº 3’, y el cuarto Grupo, con la denominación de ‘Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Larache nº 4’.
En este último apartado hay que hacer la salvedad, que la denominación de “Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas Tetuán nº 3, no fue muy duradera, ya que por otra disposición de igual rango que la anterior: Real Orden de 14 de agosto de 1.914, el mencionado Grupo, adquirió la denominación de “Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Ceuta nº 3”
Artículo 8º.- Entre otras cosas, indica que el enganche de los individuos deberá hacerse con la obligación de servir indistintamente en cualquier punto de la zona de Protectorado de España en Marruecos o donde se disponga según las necesidades del servicio.
Artículo 9º.- Recoge los sueldos y haberes de las clases de tropas, tanto europeas como indígenas.
Artículo 13º.- Especifica, que mientras se redacte un Reglamento, que se remita al Ministerio, se regirán por el Reglamento de la “Milicia Voluntaria de Ceuta”, aprobado por Real Orden de 16 de Julio de 1.895 (C. L. nº 216), y lo prevenido en la Real Orden Circular de 30 de junio de 1.912 (C. L. nº 127).
El vestuario y uniformes de las Fuerzas Regulares Indígenas
Como hemos indicado anteriormente a tenor de la (R. O. C. de 31 de Julio de 1.914), que dio lugar a la creación del “Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Ceuta nº 3.
También se dispuso en la citada Real Orden, que el vestuario para dichas tropas debería ser:
Infantería:
-Tarbuch de fieltro rojo con chichía (especie de borla negra).
-Guerrera y y zaragülles de tela caqui claro (color garbanzo).
-Vendas de lana o algodón del mismo color que la faja, para cubrir las piernas.
-Faja de de lana o algodón del color asignado al Grupo (rojo, azul y verde).
-Chilaba del color asignado al Grupo, como prenda de abrigo.
-Alpargatas borceguíes blancas.
-Bosa de costado de cuero claro.
-Cartucheras igualmente de cuero claro.
-Ropa interior similar a la de las tropas europeas, con algunas ligeras variantes.
-Fusil y machete bayoneta.
-La Oficialidad y los Suboficiales, para paseo usaban gorras de plato con la parte superior de color rojo.
-Como emblema se dispuso la media luna sobre las armas que distinguían a los cuerpos del Ejército español. En el interior de dicha media luna figuraba el número de la Unidad
Caballería:
-Uniforme, equipo etc, eran en un todo similares a los de Infantería, salvo las siguientes excepciones:
-Polainas de cuero de color y zapatos en vez de vendas y alpargatas.
-Albornoz en lugar de chislaba.
-Mosquetón y sable.
-Turbante blanco
-Equipo del caballo tipo moruno con ciertos perfeccionamientos.
Posteriormente, por el Reglamento de uniformidad de 27 de enero de 1.943 (D. O. nº 24), el traje militar de los Grupos de Regulares sufrieron algunos cambios.
Creación de las Bandas de Tromperas y Tambores
La misma Real Orden de 31 de Julio de 1.914, recoge también, la normativa de la creación de las Bandas de Guerra de trompetas y tambores de los Grupos de Fuerzas Regulares Indígenas.
Hay que destacar que en la creación de estas “bandas” de guerra, ya figuraba en su plantilla las “Bandas de Guerra”, pero a contemplar entre sus filas los Regulares Indígenas, “Escuadrones de Caballería”, también utilizaban “clarines” para señalar los toques propios de este Arma.
Entre sus componentes solo habían “cornetas y tambores”, algunos de ellos pertenecientes a La Milicia Voluntaria de Ceuta” y, que como su propio nombre indica, estos soldados, también participaban en “combate”, como cualquier soldado.
Conforme se iban organizando estas “Bandas”, en los distintos Grupos, se fueron integrando nuevos instrumentos, tales como la “Chirimía”, el “Pandero”, las “Castañuelas”, “Triángulos” y los “Bombos”, ya que como hemos dicho estas “Bandas” solo eran de cornetas y tambores, y al integrarse estos nuevos instrumentos se las denominó “NUBA”
En la próxima colaboración, expresaremos la historia de los hechos de armas de nuestro Grupo de Regulares de Ceuta nº 3.
Por consiguiente, hemos puesto en conocimiento de los lectores, y lectoras, el comienzo de la creación de las tropas de los “Regulares Indígenas”, y parte de la estructura y simbología corresponden a estos Grupos de Regulares.
Como observamos, comienza la configuración, de lo que será nuestro Grupo de Fuerzas Regulares Indígena de Ceuta nº 3, que veremos en el siguiente capítulo.
Emblema de las Fuerzas Regulares Indígenas
En mayo de 1.913, la situación en la región de Yebala llegó a ser muy peligrosa. Los Regulares llegaron desde Melilla en auxilio de las tropas combatientes. Después de ayudar a la columna del general Primo de Rivera, siguieron acciones heroicas como la conocida <>, en la que los Regulares acudieron a salvar a los Cazadores, consiguiendo un buen número de bajas, con los cuchillos de las bayonetas en las lomas de Laucien. Después de esta hazaña, el “cuchillo bayoneta” se incorporó en el emblema del Cuerpo de Regulares, junto con el de la “media luna creciente”, que era símbolo del contingente indígena. Posteriormente con la creación de los cuatro Grupos, en la mitad de la media luna, aparece el número indicativo del Grupo al que pertenecen. (el de Ceuta, nº 3).