Calcinado. Así quedó la pasada madrugada un vehículo estacionado en Miramar Bajo que viene a sumarse a la ristra de coches que han sido destrozados en lo que va de año tras ser pasto de las llamas. Los bomberos se encargaron de controlar el siniestro después de ser alertados por los vecinos del barrio, en un episodio que ya se ha repetido en demasiadas ocasiones en lo que va de año y que está terminando por ser un auténtico quebradero de cabeza para las administraciones con responsabilidad que están implicadas.
La Ciudad abordó este asunto, ayer, en Consejo de Gobierno y lanzó un mensaje de confianza en las fuerzas de seguridad del Estado para que detengan a los implicados y para que “caiga todo el peso de la ley” sobre ellos. Las sospechas policiales apuntan a la posible participación de menores en buena parte de estas quemas, en las que hacen uso de pastillas de fácil combustión para destruir los vehículos, similares a las que se utilizan para las barbacoas. Se trabaja en el estudio de los puntos en los que se producen más siniestros, en el tipo de vehículo que resulta afectado y en el perfil de los propietarios para intentar orientar la acción policial con mejores resultados.
El portavoz del Gobierno, Guillermo Martínez, insistió en que la institución municipal está haciendo sus deberes con la retirada de vehículos abandonados que son susceptibles de una quema y la inspección en zonas en las que se presume que pueden venderse las piezas retiradas de los coches. Tras dejar este punto claro, Martínez recalcó la colaboración que puede prestar la Policía Local en este campo para intentar volver a unos índices y estadísticas normalizadas.
No obstante el propio portavoz reconoció que la situación fronteriza de Ceuta hace que el abandono de vehículos sea una problemática más evidente al igual que la actividad económica que aflora con su despiece. Respecto a la cooperación que está habiendo entre las administraciones para obtener mejores resultados, Martínez insistió en que esas relaciones son “continuas” y que por tanto no se va a producir un replanteo de las medidas ya adoptadas.