La puesta en marcha de un plan de empleo supone la contratación de más de 1.000 ceutíes, algo que en tiempo de crisis y de difícil colocación, supone una gran oportunidad de encontrar trabajo para las personas que lo buscan. Esto hace que muchas personas con determinada cualificación y especializadas en una profesión estén esperanzadas sólo en encontrar trabajo en el plan de empleo, y no uno adaptado a su formación, sino para una persona sin cualificación. Y es que la mayoría de las personas que se contratan en los planes de empleo son sin cualificar, de ahí el marcado carácter social de los mismos.
Desde el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) se ha observado que la inmensa mayoría de las personas que se inscriben como demandantes de empleo incluyen entre los seis campos de ocupaciones que demandan la de peón, con la única intención de que sean llamadas para los programas de contratación temporal.
De esta manera, es algo muy común encontrar a maestros, auxiliares de clínica o enfermeros (DUE) que también demanden un trabajo como peón.
De los 11.352 demandantes de empleo de mayo, unos 11.000 demandaban alguna ocupación del gran grupo 9 (G-9), es decir, para la que no se necesita cualificación.
El informe del mercado de trabajo 2011, realizado con datos de 2010 por el Observatorio de las Ocupaciones del SEPE, indica que el 93,17 por ciento de las personas que se encuentren inscritas en la oficina de empleo, demanda una o varias ocupaciones del gran G-9.
Las ocupaciones con mayor paro registrado no coinciden en su totalidad con las más contratadas, excepto las que corresponden con las del G-9, que son las más ofertadas en los programas de contratación temporal financiados por la administración central.
Este documento recoge que el 59,4 por ciento de los contratos registrados en la ciudad autónoma durante 2010 se concentran en diez ocupaciones, y cuatro de ellas, que suman el 23,23 por ciento de la contratación, pertenecen al gran grupo 9, que comprende las que para cuyo desempeño se requieren los conocimientos y la experiencia necesarios para cumplir tareas generalmente sencillas y rutinarias, realizadas con la ayuda de herramientas manuales, para las que se requiere a veces un esfuerzo físico considerable, y salvo raras excepciones, escasa iniciativa.