La titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Ceuta ha dejado visto para sentencia un juicio en el que se acusa al llamado Y.F. de un delito de robo con violencia e intimidación. El acusado no ha comparecido a la vista a pesar de estar citado correctamente por lo que el Ministerio Fiscal exigió que se celebrara en ausencia ya que no había alegado justificación alguna. El acusado se enfrenta a la pena de 1 año y 6 meses de prisión, así como a una multa de 40 días a razón de 10 euros diarios. Asimismo deberá abonar 300 euros como responsabilidad civil al vigilante que acabó herido en el forcejeo. El Ministerio Fiscal ha pedido una sentencia condenatoria, mientras que la Defensa ha reclamado la libre absolución o, de ser condenado, que sea por un delito leve de hurto.
Los hechos a los que se ha hecho referencia en este juicio ocurrieron en diciembre de 2017. Concretamente el día 21, sobre las 16:00 horas, en el Centro Comercial Parque Ceuta. El acusado se encontraba en el interior del supermercado Carrefour. Según han explicado los vigilantes que intervinieron recibieron un aviso por parte de los compañeros que se encuentran vigilando a través de las cámaras, en el que aseguraban que el acusado se estaba escondiendo artículos del supermercado entre su ropa.
Uno de los vigilantes que ha testificado ha declarado que lo esperó tras la línea de caja. En ese momento, el vigilante pidió al acusado que lo acompañara a la habitación que tienen para sopesar si había realizado esa sustracción. En ese instante, cuenta el vigilante, el acusado se puso agresivo e intentó, además de zafarse de él, agredirle a puñetazos. En ese momento pidió ayuda a otros compañeros que fueron rápidamente en su ayuda. Los dos testigos dan una versión similar ya que explican que en el forcejeo para intentar ponerle las esposas cayeron al suelo y tuvieron varias lesiones en las manos. Una vez que pudieron reducirle, lo pusieron en conocimiento de la Policía Nacional.
El Ministerio Fiscal, a pesar de la ausencia del acusado, pidió leer su declaración en fase de Instrucción. Ahí expresó que la versión contada por los vigilantes era falsa. Explicó que él estaba realizando unas compras en el supermercado, cuando tras pagar en caja, el vigilante le pidió que lo acompañara. Sin entender lo sucedido preguntó el porqué, y añadió que los vigilantes lo agarraron del cuello arrancándole incluso una medalla de plata. Asimismo dijo que conocía a unos de los vigilantes porque también trabajaba en el CETI y que, una vez introducido en el cuartillo, le quitaron 100 euros, le rompieron el móvil y le agredieron con una porra. Esta versión no ha sido corroborada en el día de hoy ya que no se ha presentado a la vista oral que estaba fijada para este jueves.
Hace falta una nueva ley que proteja a los vigilantes de seguridad de esta escoria. Además de ser agredidos, insultados y vejados se juegan el pan de sus hijos a la hora de actuar. Están totalmente desprotegidos ante la ley.