Al equipo de Gobierno, últimamente, les vienen las tortas desde todos los frentes en el tema de los Menores Extranjeros no Acompañados. Una parte de la población les acusa de no tener controlados a estos menores y que son los culpables, por tanto, de la inseguridad que puede causar una parte de los mismos y desde la oposición también se incide en que la tutela no se realiza de manera correcta. En la última reunión que el presidente de la Ciudad mantuvo con la vicepresidenta del Gobierno y el ministro del Interior se dejó bien claro que el Gobierno no iba a incumplir para nada la ley, la cual establecer de manera contundente que cualquier menor que esté en Ceuta sin protección familiar pasa a depender de la Ciudad Autónoma, pero también se dejó muy claro que están superados y que se necesitan negociaciones urgentes entre España y Marruecos para que estos menores vuelvan a su entorno familiar, aparte de la necesidad de incrementar la partida económica que ahora mismo figura en el convenio entre la Ciudad y el Estado. Como prueba de la preocupación del Gobierno en el tema de los MENA queda claro que ahí está el proyecto que se está terminando para un nuevo centro, modélico, y que tendrá un coste cercano a los cinco millones de euros. Es una prueba de no olvidar la obligación con estos menores, pero también dejar claro que la realidad debería ser otra bien distinta.