Dos fueron las principales reclamaciones que realizaron hace una semana a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, los presidentes de las ciudades autónomas, Juan Vivas y Juan José Imbroda, respectivamente, en relación con el tema de los Menores Extranjeros No Acompañados. Por un lado, la necesidad de que por parte del Gobierno central se establezcan negociaciones, lo más urgentemente posible, con el Reino de Marruecos para hacerles entender que es a su país natal a quien le corresponde la tutela de sus nacionales, entre los que se encuentran los varios cientos de MENA que están en los centros de ambas ciudades autónomas y que por parte de la Administración General del Estado hace falta que se produzca un incremento de la aportación económica anual que, en el caso de nuestra ciudad, es ahora mismo de un millón cuatrocientos mil euros aproximadamente. Todos sabemos que las relaciones entre los dos países son magníficos y que Marruecos presta un gran servicio a nuestro país en materias tan sensibles como es la inmigración y la lucha contra el terrorismo yihadista. Sin embargo, aunque a nivel de altas instancias nacionales pueda parecer un problema menor la permanencia en Ceuta y Melilla de varios cientos de MENA, lo cierto es que resulta una situación de gran preocupación para ambos Gobiernos y sus respectivas poblaciones. De ahí, que confiemos que esa reunión haya servido para seguir sensibilizando al Gobierno central de esta problemática y que tomen cartas en el asunto lo más rápidamente posible de manera efectiva.