Una mujer de 65 años se suicidó anoche lanzándose desde lo alto de una azotea, después de presuntamente herir mortalmente en su casa de Barbate (Cádiz) a su marido natural de Ceuta, quien tenía una discapacidad y necesitaba de una silla de ruedas y de respirador manual, según han informado a Efe fuentes de la Guardia Civil.
El hombre, que fue encontrado en la vivienda aún con vida, falleció en el Hospital Puerta del Mar de Cádiz, a donde fue trasladado debido a las heridas graves que presentaba en el cuerpo.
La Guardia Civil recibió un aviso sobre las 23.30 horas de la noche del domingo sobre el presunto suicidio de una mujer en Barbate.
Según fuentes del instituto armado, la mujer había subido a la azotea de su edificio, en la avenida del Atlántico, y, tras cerrar con llave desde dentro, se había precipitado al vacío desde la azotea, falleciendo en el acto debido a la caída.
Los agentes comprobaron al llegar que el acceso a la terraza estaba cerrado, por lo que la mujer había cerrado la puerta antes de cometer su suicidio, y al bajar escucharon lamentos y gritos de auxilio que provenían de una vivienda del primer piso, y fue allí donde encontraron al marido, de 73 años, gravemente herido.
Aunque no han precisado cómo fueron provocadas las lesiones que han ocasionado la muerte del hombre, fuentes de la Guardia Civil sí han detallado que el marido, que había nacido en Ceuta, tenía una discapacidad y necesitaba de una silla de ruedas y de respirador manual.
El hombre fue rápidamente trasladado hasta el hospital de Puerta del Mar, en Cádiz pero falleció a las 3.20 de la madrugada de este lunes y sobre las 2.35 horas se ordenó el levantamiento del cadáver de la mujer, según fuentes de la Guardia Civil.
Ambos fallecidos eran profesores jubilados y residentes de Barbate, ella natural de Sevilla, él de Ceuta, y no constaban denuncias previas por violencia de género
Por las características del que han trascendido puede tratarse de un caso "relativamente" frecuente al que nadie presta atención. El año pasado hubo trece casos en los que uno de los cónyuges tiene la enfermedad de Alzheimer (u otra discapacidad importante) y el otro lo mata y después se suicida por pura desesperación. Cuando el enfermo de Alzheimer es la mujer lo cuentan como violencia machista, sin serlo. Y cuando el enfermo es el hombre pues se cuenta como un suceso y listo.
Suelen ser matrimonios mayores, con recursos económicos limitados que no permiten llevarlos a un centro de día o a un centro especializado. El cónyuge no enfermo acaba saturado y desesperanzado, viendo como única solución suicidar a los dos. Pero a estos casos no se les da importancia porque no ayudan a mantener los "chiringuitos" del ministerio de igualdad y los servicios sociales están demasiado ocupados con los MENA's, además se trata de ancianos que no votan.
Pues nada, a disfrutar lo votado!
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