La familia del joven Badr El Moutaouakil espera poder enterrar al joven, de 21 años, este domingo en Castillejos. Su cadáver ha sido identificado en la morgue de Nador, en donde llevaba desde el 15 de febrero, cuando fue encontrado sin vida en la costa. Badr había intentado cruzar a Ceuta un mes antes junto a un menor que sí fue localizado por la Guardia Civil en el Recinto y que les confesó que otra persona se había quedado a medio camino, en el mar. Tras activarse los sistemas de búsqueda nunca dieron resultado.
Durante todo este tiempo su familia seguía reclamando noticias, aspiraba a encontrarlo. La hermana de Badr ha confirmado a El Faro de Ceuta que el cadáver ya ha sido identificado esta semana por sus padres en la morgue de Nador, ordenándose los trámites para su traslado a Castillejos en donde recibirá sepultura. El cuerpo ha sido plenamente identificado, reconociéndose además la ropa que llevaba el joven el día de la fatídica travesía así como una cadena con su nombre.
La familia ha tenido conocimiento de la existencia de este cuerpo en Nador, que estaba sin identificar, gracias al padre de un joven también desaparecido, que fue quien alertó que estaba allí en una nevera. Pudieron reconocerlo y cerrar una etapa de angustia, de ausencia absoluta de noticias. La hermana de Badr agradece a todos los que han colaborado en visualizar la historia de este joven, a la Guardia Civil y a Salvamento por intentar dar con él hasta el final.
El joven atleta que despuntaba en Ceuta
A sus 15 años, Badr ya despuntaba en Ceuta. Su historia vinculada al deporte halla sus raíces en 2014, cuando conseguía quedar el primero en una carrera organizada por el ICD de campo a través. Las aptitudes para el atletismo le llevaron a seguir compitiendo en Ceuta y Marruecos, en donde además se fue formando en otros estudios.
El 25 de enero de este año emprendió ruta a nuestra ciudad bajo el engaño de encontrar aquí una prosperidad, un trabajo, aunque en su tierra de nada le faltaba. Murió en el intento. Padecía asma y eso pudo hacerle perder las fuerzas para continuar nadando, quedando en el camino mientras un menor que hacía la misma ruta llegaba hasta Ceuta para, días después, incomprensiblemente, volver a escapar a Marruecos.
Durante todos estos meses la familia de Badr ha arrastrado la pena de no saber qué había sido de él. Ahora se prepara para darle sepultura en la tierra que abandonó, convirtiéndose en una víctima más de la inmigración.
D.E.P. mi más sentido pésame a la familia,.
Que pena más grande, una lastima muy grande perder la vida así un chico sano además de no hacerle falta.Por favor quédense con sus familiares como sea es mejor que muerto.