Youssef Molouk, un tangerino de 21 años de edad, se encuentra desde el pasado domingo en paradero desconocido cuando, en compañía de su amigo Ayoub, y enfundados ambos en trajes de neopreno, salieron de Beliones, a donde habían llegado procedentes de Tánger, rumbo a Ceuta. Así los vieron los bañistas de la playa, que rápidamente los reconocieron después de que su familia preguntara por ellos a los vecinos de la zona.
Fue allí cuando los vieron por última vez; desde el pasado domingo no saben nada de ellos, incluso sus móviles, referencian sus familiares, no dan señal de estar operativos.
Youssef trabajaba en una fábrica de piezas para aeronaves en Tánger, sin embargo, y a pesar de ser de los afortunados que contaban con un trabajo, decidió emprender, junto a su amigo Ayoub, esta arriesgada aventura que hoy tiene un presente lleno de incertidumbre tras una semana sin noticias suyas.
Las familias de Youssef y Ayoub se encuentran muy preocupados por lo que les haya podido ocurrir, teniendo la esperanza de que hubieran podido llegar a aguas de Ceuta y se encuentren a salvo en tierra firme.
También hace dos semanas que no se tienen noticias de Abdellah
A Abdellah lo vieron por última vez hace dos semanas en la misma playa que a Youssef y Ayoub, la de Beliones, nadando con la intención de cruzar el espigón fronterizo de Benzú.
El joven Abdellah Chkired, de 20 años recién cumplidos, se encuentra en paradero desconocido desde hace ya 15 días, su familia no sabe nada de él desde el 26 de junio. Salió de Tánger hasta Beliones el 19 de junio con la intención de cruzar a Ceuta, pero no saben con certeza el día en el que se echó al mar.
Abdellah viene de lejos, de la ciudad de Laayoune, en el Sáhara, de la que hace meses que partió en busca, como tantos otros, de un futuro algo más prometedor del que le esperaba en la ciudad que le vio nacer.
El veinteañero era un experto nadador en piscina donde se desenvolvía con soltura, pero enfrentarse al mar, desde luego, es algo completamente distinto.
Son muchos los jóvenes que parten del vecino país con el intento de llegar a Ceuta pensando que aquí van a encontrar oportunidades perdidas en su lugar de nacimiento. Lo peor para estas familias es no tener noticias del paradero final de sus seres queridos, porque es lo que más les agobia, no saber nunca qué pasó con ellos.
Espero que aparezcan sanos y asalvos .maldito marruecos.