La nueva vida de Abdelmalik y su familia: de una pensión a tener un hogar

¿Se puede vivir en un hostal en el siglo XXI? Hasta hace unos meses una humilde familia de Ceuta vivía así. Abdelmalik Hamman Mohamed ahora reside junto a su mujer y sus dos hijas de 11 y 13 años en una casa en la barriada de Hadú. Pero hasta hace poco esta familia vivía en unas condiciones sumamente precarias, en la calle y “después en un hostal”. Lo más duro eran los días de lluvia y todo el confinamiento que pasaron “durmiendo de aquí a allá donde podíamos y en la calle”, en los que se sentían completamente olvidados y abandonados.

Para Abdelmalik no es fácil contar su historia. “Ahora estamos en una casa alquilada en Hadú gracias a la ayuda de Servicios Sociales, pero mis niñas aún tienen todavía el trauma. Lo hemos pasado muy mal porque han sido casi dos años viviendo en una habitación en una pensión que nos facilitó el Ayuntamiento después de que nos desahuciaran de nuestra casa”, relata.

Pero sus problemas no se acababan ahí, este ceutí de 63 años padece un cáncer desde hace varios años. “Además han tenido que vivir toda mi enfermedad. Me tuvieron que intervenir dos veces por un cáncer que he tenido y ellas lo han visto todo en la habitación. Han vivido una vida que no se merecen y, por ellas, yo tenía que hacer de todo y ahora gracias a Dios tenemos una casita humilde, pero con nuestra cocina y todas nuestras cosas y estamos juntos. Eso para nosotros ya lo es todo”, confiesa.

“Lo hemos pasado muy mal porque han sido casi dos años viviendo en una habitación en una pensión”

Abdelmalik no se arrepiente de haber pasado aquel tiempo en una pensión, pero reconoce que no era el lugar para vivir una vida digna y menos de vivir toda la pandemia. Siente que sufrió un abandono total en pleno confinamiento y “expuestos a contagiarnos del COVID-19”. Por eso, no dudó en pedir ayuda a la Consejería de Servicios Sociales. “Necesitábamos de la solidaridad del Gobierno de Ceuta y de sus políticos para que nos ayudaran con nuestro problema. No le deseo a ninguna familia que tenga que pasar por lo que hemos pasado”.

Ahora su situación ha mejorado mucho. “Muchísimas gracias a toda la gente de Ceuta por todo lo que han hecho por mí y por mi familia. Los llevo a todos en el corazón por siempre. Gracias a todos los que nos han ayudado con más o con menos, pero sobre todo a la consejera de Servicios Sociales porque ella fue clave para que nos dieran la casa, me acompañó y se implicó con nuestra situación. Gracias a ella nos dieron esta casa. Y gracias también a Fina, la trabajadora social que ha llevado nuestro caso, que han hecho todo lo posible para que podamos vivir en ella gracias a Dios. No tengo palabras, la verdad. Ojalá todos los políticos se impliquen así para que ninguna familia más pase por esto ni se vea en una situación parecida”, se emocionaba.

“No le deseo a ninguna familia que tenga que pasar por lo que hemos pasado”

Y es que para la familia significó una alegría “cuando empezamos a recibir llamadas de gente que nos quería ayudar y de Servicios Sociales de que nos iba a ayudar a conseguir una casa”. Muchas personas aún siguen poniéndose en contacto con Abdelmalik, pero él ya tiene todo lo que necesitaba.

Abdelmalik seguirá trabajando en lo que le salga para poder darle todo lo que necesite a sus hijas. Pero ahora que ya empieza a hacer bastante calor “por lo menos podemos tener agua fresca y una casa donde no se nos estropea la comida”. Y sobre todo, está “mucho más tranquilo” porque ahora sus hijas también “está más felices”.

Fueron muchos meses “malviviendo” en un hostal de la ciudad y han tenido que soportar durante toda la pandemia y el confinamiento esta situación. Pero finalmente esta historia ha tenido un final feliz “gracias al buen corazón de todas las personas de Ceuta y a la ayuda que nos ha dado el Gobierno”.