El Archivo General y el Museo del Revellín han inaugurado este jueves en Ceuta una muestra titulada ‘Bartolomé Ros vuelve a casa’, que consiste en algunas de las piezas más destacadas del archivo personal del fotógrafo y que podrá visitarse hasta el 21 de agosto.
“Esta exposición tiene el importante sentido de que la familia Ros, en la persona de su hija Rosa, ha hecho una donación de fondos de su archivo particular, especialmente negativos en cristal y en otros formatos, a la Ciudad Autónoma de Ceuta, que custodiaremos en el Archivo de la Ciudad. Dentro de poco también estará online a través de la página web, para que la gente pueda un poco ver lo que ha sido”, ha señalado Rocío Valriberas, directora del Archivo Municipal.
Valriberas ha agregado que la exposición, que ha calificado como espléndida, la ha montado la familia Ros en relación a su padre, gracias a la ayuda de la Ciudad, con cuadros que han venido impresos desde Madrid.
“Bueno, la familia Ros, aparece en Ceuta a través de don Bartolomé Ros, que fue un gran fotógrafo, además fue un gran reportero en una época importantísima de los años 20 y 30, y después de su labor realmente se dedicó al comercio, todos recordamos la Casa Ros como el lugar al que íbamos a relevar las fotografías, a comprar las máquinas”, ha recordado.
El consejero de Educación y Cultura, Carlos Rontomé, ha acudido a este acto y se ha referido a la importancia del trabajo de un fotógrafo que no solo retrataba hechos del momento, actuaciones militares dentro de lo que era la acción de España en el Protectorado, sino también elementos de la vida cotidiana de Ceuta.
“Bueno para nosotros es un hecho verdaderamente importante porque recoge una parte de la historia de la ciudad, de la historia del norte de África, de los años 20 y 30. Bartolomé Ros es un fotógrafo de referencia que trabajaba en varios de los medios de comunicación más importantes y luego también en la revista Tropas Coloniales, que es un referente de la época”, ha comentado.
Bartolomé Ros Ros nació en Cartagena en 1906. A los ocho años se traslada con su familia a Melilla, desde donde llega a Ceuta en 1918. Para entonces ya se había enamorado de la fotografía. Tras su muerte, su hija Rosa Ros reunió parte de sus negativos que ahora están en el Archivo General de Ceuta.