Estamos asistiendo a un renacimiento en la exploración marina sin precedentes gracias al desarrollo tecnológico. Los aparatos de reciclaje de gases están proporcionando una nueva era para los buceadores del año 2021. Sumergirse a 80, 90 o cien metros de profundidad se está convirtiendo en algo más habitual de lo que podría parecer y abre un nuevo mundo de sensaciones y expectativas a muchos aventureros con escafandra autónoma. Algunos bajan por deporte y para batir records de descenso y otros para disfrutar de los paisajes insólitos que se desarrollan a estas ignotas cotas batimétricas donde la información escasea y siempre se recogió información mediante medios indirectos o con costosísimas inmersiones en circuito abierto de muchas horas de descompresión. Las tecnologías que reciclan los gases durante las inmersiones se inventaron hace mucho tiempo, y ya, desde la primera guerra mundial, se tienen conocimientos de buzos que usaban recicladores de aire para perpetrar ataques en territorio enemigo sin que fueran detectados. Estos sistemas tienen una gran potencia y seguridad porque mantienen una presión parcial del oxígeno constante durante la inmersión, ahorran gases y reducen significativamente los tiempos de vuelta a la superficie. Por eso, siempre que se prevean los posibles accidentes y problemas bajo el agua inherentes a esta peligrosa práctica de buceo, y se establezcan pautas de seguridad, se pueden realizar aventuras en medios sublimes nunca anteriormente vistos por el ojo humano de forma directa. El sueño científico de poder estudiar, in situ, estos lugares y los hábitats y ecosistemas que se desarrollan entre los 50 y 120 metros de profundidad se ha hecho una realidad palpable llena de resultados sorprendentes. Bien es cierto, que no está al alcance de cualquiera y que son necesarias muchas “horas de vuelo” previas usando la escafandra convencional y una buena condición física antes de lanzarse a una aventura de estas características. En el entorno español, sin duda los proyectos más avanzados al respecto los está llevando a cabo la Comunidad Autónoma de Canarias. Llevan varios años apostando por un conocimiento más profundo de sus fondos marinos circa-litorales, donde la luz se atenúa entre los 60 y 100 metros. Pocos lugares del planeta están a salvo de la depredación humana y sus impactos, y desde luego, indicamos claramente que estos ambientes no son una excepción. Varias son las amenazas que sufren, y entre ellas, las más impactantes son la sobreexplotación pesquera y las acumulaciones de basuras en el fondo. El naturalismo científico y su poesía visual están volviendo, y los referentes nunca nos dejaron y solo fueron parcialmente relegados por el ruido ensordecedor del cientifismo y la desacralización y desmitificación del mundo natural. Hoy en día más que nunca necesitamos de Humboldt, Darwing, Kropotkin, Goethe y por supuesto todos aquellos del perfil imprescindible de Henry David Thoreau. De la mano de estos grandes pensadores y tantos otros y otras (Rachel Carson; Goodall; Galdikas; Fossey;….) podemos ir cosiendo entre todos el tejido poético para conservar estos paisajes por el bien de nuestra propia psique, mitogema futuro e inconsciente colectivo. Me pregunto que diría Jung que dibujó fondos marinos, en su enigmática, fabulosa y preciosa obra El Libro Rojo, sobre el espíritu de la profundidad y el sentimiento de la eternidad del ser que se puede hasta palpar en estos ambientes perdidos de la penumbra. El padre Lázaro, bien conocido en Ceuta por sus visitas y actos religiosos en la marinera ciudad, tiene una forma especial de sentir a la naturaleza que me llega a través de sus mensajes. Siempre que le envío imágenes de estos fondos de apartados de la mirada directa de los seres humanos me escribe reflexiones preciosas: “El fondo del mar me habla de lo profundo del ser, donde hay más silencio y serenidad. Ahí en nuestro interior se pasea Dios como misterio inmenso de amor. Un tesoro por descubrir. Al entrar en nosotros mismos cada día se ve algo, algo de Dios en nosotros, basta con contemplar para admirarse y maravillarse.
Lo cierto, es que seamos creyentes o no, yo lo soy de la religión de Jesús de Nazaret, todos los seres humanos estamos dotados para trascender al mundo material y elevarnos para concebir un gran plan superior que necesita claramente de nuestra sabia intervención para conservar esta insólito mundo del silencio pleno de belleza y donde habita el mito. Para lograr estos objetivos solo contamos con nuestra férrea voluntad de exploración y la confianza depositada en el futuro entendimiento de toda la sociedad humana. Contamos con un arma secreta, el raro talento de deambular por estas soledades penumbrosas tomando datos, captando imágenes y grabando preciosos cuadros naturales para sacar a la luz todos estos mundos. Las grabaciones de video submarino ofrecen la posibilidad de componer poemas visuales que te llegan a la médula de los huesos y hacen que la sangre circule cantarina por todo el sistema de arterias y venas. Nuestro gran Rafa Herrero trata con tanta delicadeza sus composiciones que nos remueve por dentro con intensidad inusitada y nos hace soñar con el paraíso terrenal bajo el gran azul. Sinfonía de colores y movimientos gráciles de aquanautas, un grupo de camaradas bien avenidos recorren estos mundos ocultos con la esperanza de comprender algo que merezca la pena ser llamado ciencia natural. Locos de atar por la vida y la biosfera que van siguiendo su instinto primordial en la búsqueda del Santo Grial interior para colmar y completar las ansias de comprender y sentir que tenemos los seres humanos. En estos momentos, se sueña con la eternidad y los sentimientos de bondad y fraternidad inundan los espíritus.
El estudio de las comunidades con luminosidad disminuida (ambientes mesofóticos empleando la terminología científica actual) han propiciado descubrimientos sorprendentes para la historia natural de toda la región Macaronésica. Sabemos que los corales negros dominan todo el medio mesofótico de la Macaronesia y eso es un descubrimiento memorable para la ecología descriptiva y la evolución histórica de los archipiélagos en el contexto de tiempo geológico. Hay varias comunidades y paisajes ecológicos dominados por los antipatarios que se suceden ecológicamente en la profundidad accesible con las máquinas recicladoras de gases. Entre los 50 y los 70 metros la especie Antipathella wollastoni domina el espacio y forma un hábitat boscoso tupido de ramas con apariencia de coníferas que se mecen plácidamente con la corriente y esconden un vistoso sotobosque. Entre los 70 y los 120 metros son otros dos corales los que toman el relevo de la anterior y forman una especie de maquia sumergida más dispersa donde un delicado antipatario (Antipathes furcata) forma unos preciosos cuadros naturales junto a las vergas (Stychopathes gracilis) que es otro coral negro que surge del fondo marino formando agrupaciones que recuerdan a hilos gruesos y blanquecinos con morfología en espiral. Bien podríamos calificar a las diferentes formaciones de islas atlánticas de la Macaronesia como Archipiélagos coralinos que ocultan jardines en la penumbra de las islas dando una nueva forma al mito del jardín de las hespérides y centrándolo en el territorio sumergido que oculta el mar.
Conservar y comprender el funcionamiento de todo este patrimonio afectado por impactos del ser humano es lo mínimo a lo que aspirar una vez que se tiene conocimiento e información sobre este sorprendente bioma oculto a los ojos del ser humano.
Los datos obtenidos están proporcionando ya la base de actuaciones de conservación de estos preciosos ecosistemas; la redacción de planes específicos de gestión y manejo de estos hábitats y la inclusión de algunas de las especies más emblemáticas en el Catálogo Español de Especies Amenazadas.
Ceuta bien podría empezar a apostar por la exploración de este medio profundo pues nuestras costas guardan tesoros escondidos que podrían salir a la luz alrededor de nuestro gran promontorio sumergido que forma el Monte Hacho de la mano del Museo del Mar que lleva varios años de experiencia en este medio trabajando sobretodo en Canarias con proyectos punteros y novedosos.