La Guardia Civil ha detenido en Almoradí y Torrevieja (Alicante) a ocho personas de entre 21 y 31 años acusadas de estafar más de 40.000 euros a 48 víctimas desde distintas localidades de la comarca alicantina de la Vega Baja contra víctimas de todo el país, según ha informado el instituto armado en un comunicado. Entre los perjudicados por este engaño, para el que se habían utilizado métodos de ingeniería social como el 'phishing' y el 'smishing', también había personas de Ceuta, además de otras zonas del país como Valencia, Alicante, Castellón, Murcia, Las Palmas de Gran Canarias, Tenerife, Palma de Mallorca, Granada, La Coruña, Madrid, Barcelona, Vitoria y Toledo.
La investigación arrancó el pasado mes de noviembre, cuando la Guardia Civil de Alicante detectó que en varias localidades de la Vega Baja se había incrementado los delitos de estafa usando varios métodos, motivo por el que las áreas de investigación de los puestos de Callosa de Segura y Almoradí iniciaron la denominada Operación 'Gamani-Seiler'.
Fruto de las investigaciones, los agentes detectaron que se producían pagos y cargos fraudulentos sin el consentimiento de sus titulares mediante tarjetas de crédito en establecimientos de Redován, Callosa de Segura, Cox, Granja de Rocamora, La Murada, Almoradí y Rojales, y que en todos ellos se usaba un teléfono móvil para llevar a cabo el hecho delictivo.
Estafas mediante la aplicación móvil
En concreto, las estafas se producían de dos formas: una de ellas era el pago en establecimientos que aceptaban tarjetas de crédito, especialmente en salones de juego y estancos a través de un datáfono, de forma que mediante la aplicación móvil (app) del banco, se creaba una tarjeta de crédito virtual con la que se realizaba el pago. La otra forma era, con el uso de la misma aplicación móvil, crear un código con el que poder extraer dinero en efectivo en un cajero automático.
Igualmente, para que los autores pudieran generar las tarjetas de crédito virtuales o los códigos para extraer dinero efectivo en cajeros automáticos, necesitaban ciertos datos privados de personas con cuentas corrientes y tarjetas de crédito lícitas.
Todos los detenidos han pasado a disposición judicial y han quedado en libertad con cargos. No obstante, continúa con la práctica de acciones a fin de localizar a nuevas víctimas.