Luis E. Seco de Lucena Heredia ha publicado hace apenas unas semanas su primer libro: ‘Lunares blancos’. Y lo ha hecho tecleando con un solo dedo de su mano izquierda porque este exmilitar apenas se puede mover, se desplaza en una silla de ruedas. Presenta la obra esta tarde, a las 19 horas, en la Biblioteca Adolfo Suárez de Ceuta.
El relato lo protagoniza James, un joven marcado por la desaparición de su mellizo, Alan, cuando los dos eran unos niños. La historia es ficticia, pero esconde algunos aspectos biográficos de su autor.
Luis Seco de Lucena también cuenta con un hermano mellizo. Nacieron en Las Palmas de Gran Canaria en 1983, aunque se trasladaron a Ceuta —de donde era su madre— 11 años más tarde. Estos detalles los comparten escritor y personaje porque, admite Seco de Lucena, él había empezado a escribir una autobiografía. A partir del quinto cumpleaños, se aburrió y decidió dejar libre su imaginación para continuar la historia.
James también tiene otros rasgos del autor: “A pesar de todo lo que le pasa, el chaval no se derrumba ni se mete a las drogas, lleva una vida medianamente bien, dentro de lo que puede”. Porque el exmilitar se considera un hombre “trabajador y luchador” que ha optado por esforzarse y seguir adelante sean cuales fueran las circunstancias que lo rodearan. Cumplía con su jornada laboral en la Legión, de 7 a 15 horas, y por las tardes trabajaba repartiendo bocadillos. “No concibo que alguien se rinda por algo o se venga abajo. Eso lo he querido reflejar en el personaje”, explica.
Luis Seco de Lucena entró muy joven al Ejército de Tierra. Casado y con dos hijas, pasó ocho años en la Unidad de Apoyo Logístico nº 23 —donde se sacó todos los carnés y permisos que pudo— y otros ocho en el Tercio ‘Duque de Alba’ de la Legión. Poco después de ascender a cabo, empezó a notar que su cuerpo se comportaba de manera diferente.
“Cuando iba a hacer deporte por la mañana con el cuartel, cuando llegaba a los 3 kilómetros de carrera, empezaba a notar que la pierna derecha no me respondía”, recuerda. Al principio, con su cambio a una unidad operativa, estos episodios le valieron algunos comentarios negativos. Hasta que le dieron los resultados de las pruebas médicas: padecía Esclerosis Múltiple. Siguió trabajando hasta que los mandos le dijeron que priorizara por su salud y sus hijas: “Desde entonces la verdad, el Tercio conmigo se ha portado vamos, como una familia”. Los últimos años acudía a trabajar con un bastón.
El libro también refleja el dolor por la pérdida de una unión especial. El autor escribió sobre los sentimientos que expresa James en algunos momentos con conocimiento de causa. Cuando Luis Seco de Lucena entró en las Fuerzas Armadas, a su mellizo lo ingresaron en prisión: “Estuvimos separado durante 10 años. En varias ocasiones de mi vida como mi boda, el nacimiento de mi hija, los cumpleaños… siempre lo echaba en falta”.
Para Seco de Lucena la publicación del relato “significa muchísimo” y no albergaba esperanzas de que se fuera a publicar, pero su faceta artística, admite, le viene de familia. Su tatarabuelo, Luis Seco de Lucena Escalada, fue editor, político y académico de la Real Academia de Bellas Artes. Los Heredia, en cambio, están “muy arraigados en el mundo de la música, el flamenco”.
animo valiente, como antiguo Legía te saludo y te digo que se ve que fuiste Legionario. un abrazo compi.
Mucha suerte Luis, que la vida te sonría cada día.
Eres muy fuerte y lo mereces.
Suerte muchacho, te mereces que la vida te sonria. Imagino lo que debe ser afrontar el dia a dia con tu enfermedad y empatizo con tu entereza. Un abrazo