Mientras todavía se recuerdan las constantes entradas de inmigrantes sorteando el espigón del Tarajal o las desesperadas carreras de los atrapados por regresar de Ceuta a Marruecos, en la mañana de ayer lunes se desarrollaban los trabajos para renovar el vallado ubicado en pleno arenal antes del que separa el espigón con Marruecos. Un vallado que estaba destrozado y que carecía de sentido protector alguno, habiéndose vencido poco a poco por los efectos del temporal. Operarios afianzaron las bases y colocaron una nueva valla, que sirve de primer freno a los intentos de emprender carrera hacia el Tarajal que durante estos meses de cierre de frontera han llevado a cabo decenas de atrapados en Ceuta.
A esta primera valla se suma la existente sobre el espigón del Tarajal, que ya fue reforzada en su base, se le retiraron las concertinas de la parte superior y fueron sustituidas por los famosos peines invertidos, como también se ha hecho en todo el perímetro fronterizo.
Mientras continúan los trabajos en el perímetro fronterizo para impermeabilizarlo
Con esta actuación se completa el cierre de todo el entorno de la propia playa que durante este fin de semana ha recibido cuantiosas llegadas de jóvenes y menores después de haberse arrojado al mar, viviéndose escenas dramáticas con situaciones límite. Sigue habiendo desaparecidos -las fuentes oficiales las elevan a siete- y ya han sido recuperados dos cuerpos cuyas muertes son relacionadas con esos pases llevados a cabo tanto el sábado como el domingo.
Mientras todo esto sucede continúan las labores de impermeabilización que Tragsa desarrolla en toda la línea perimetral, de donde ya se retiraron las alambradas y se siguen colocando los peines. Más lenta la distribución de los tubos fijos y la altura hasta los 10 metros de la valla. Estas actuaciones fueron adjudicadas por el Gobierno de España a la empresa Tragsa hace ya año y medio.