Está detenido. Su lancha terminó embarrancando en Getares. Fue ahí donde finalizó la escapada del piloto que instó a arrojarse al agua a los diez inmigrantes marroquíes a los que pretendía sacar de Ceuta para introducirlos en las costas peninsulares. Ahora tendrá que responder ante un juez no solo por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, sino por el riesgo para la vida al que los expuso.
Su embarcación, sus modos y maneras y su rostro han quedado recogidos en las decenas de vídeos que circulan por redes sociales, que se reenvían de manera masiva a través de WhatsApp y que no dejan lugar a dudas sobre cómo obligó a lo que consideraba una mera mercancía a tirarse al agua después de que su salida se viera frustrada al aparecer la Guardia Civil. Uno de esos inmigrantes terminó en el Hospital, con graves lesiones en una de las piernas al golpearse con la hélice debido a la imprudencia del piloto y a su intención por escapar de la zona rocosa próxima a Benítez sin ser apresado por la Benemérita.
Ingesa no ha facilitado todavía el estado del herido, a pesar de que desde la tarde de este viernes El Faro ha intentado obtener ese dato. Lo último que se conoce es su ingreso en el clínico de Loma Colmenar presentando la pierna en mal estado, con heridas provocadas por el golpe. El resto de inmigrantes se encuentra en la nave del Tarajal a donde fueron conducidos por la Guardia Civil.
El detenido había sido encomendado a hacer la 'carga' de personas: el negocio habitual que se ha hecho fuerte con el cierre de fronteras. Los marroquíes pasan a nado a Ceuta y esperan aquí el momento de ser recogidos por una embarcación que los traslade a la Península, hipotecándose de por vida con esas redes que están haciendo el negocio a costa de las vidas de otras personas. Fueron recogidos en las inmediaciones de Benítez y Calamocarro, emprendiendo una travesía que fue truncada por la aparición del Servicio Marítimo.
Para evitar ser detenido con los 10 magrebíes, el piloto regresó al punto de origen y obligó a todos ellos a arrojarse al agua. Después emprendió la escapada golpeando a uno de ellos que se había quedado rezagado. En la playa de Getares terminó siendo detenido al embarrancar y ser apresado por las patrullas ya movilizadas debido a la coordinación entre las centrales operativas de Ceuta y Algeciras de la Guardia Civil.
El detenido no es más que el enlace, el último eslabón de las pequeñas redes que operan en la zona y que demuestran el comportamiento de quienes forman parte exclusiva de lo que se entiende como un negocio. Las heridas, las pérdidas son meros daños colaterales. En esta ocasión la Benemérita cuenta con pruebas gráficas suficientes para su posterior informe sobre los hechos.
Que humanidad más basura sois todos comentando sin saber, lavarse la boca puercos
Pasar por la quilla al basura ese y darle comida a los peces
Pobrecito patrón de barco.. ahora como está frustrado porque no lo dejan trabajar se dedicará esta noche a quemar coches y contenedores...
¡Qué humanidad!
Menos mal que está nuestra Guardia Civil.