Este martes ha tenido lugar la colocación de la escultura de la Virgen de Los Remedios en el convento de los Trinitarios, justo enfrente del ayuntamiento. Han sido tareas laboriosas para encajar la escultura, réplica de la virgen en este lugar, el que era suyo, recuperándose así parte de la historia y de la tradición de este punto tan emblemático de Ceuta. En el proyecto de recuperación de estos restos que habían quedado olvidados y que se han recuperado gracias a la reforma de la Gran Vía siempre se tuvo en cuenta a la Virgen de Los Remedios. Es una forma de hacerle el merecido tributo.
Las labores de colocación de la escultura, que permanece tapada, han costado lo suyo ya que había que encajarla y hacerlo con la seguridad debida. Esas labores han captado la atención de los paseantes que se encontraban por la zona.
El Convento de los Trinitarios: historia de Ceuta
En una esquina de la calle Alcalde Antonio López Sánchez-Prado, la Gran Vía de Ceuta, se erige el pórtico que antaño ocupó el Convento de los Trinitarios. Su origen data de 1416 y, más allá de la historia de este edificio eclesiástico, esta restauración cuenta la historia de Ceuta: su relación con los trinitarios, la época medieval y romana.
La restauración de este convento se centra en la creación de un pórtico que recoge su historia al completo y que narra de alguna manera, a través de sus azulejos, el pasado de la ciudad, los cuales están divididos en dos partes. Una parte explicará la existencia de la Madrassa Al yadida, porque es el germen de todo el espacio y la importancia que tenía la madrassa en época medieval en la ciudad de Ceuta como centro de enseñanza vinculada al origen de las escuelas universitarias. Y en otra parte, relatará la vida del convento de los trinitarios desde el punto de vista de su titular que todavía existe, desde el punto de vista del origen de la devoción del Medinaceli en Ceuta.
Cuando finalicen estas obras, los ceutíes disfrutarán de un pasado que, aunque aún sigue oculto, gracias a ese pórtico quedará a la vista de todos.
Ahora solo falta, poner un apóstol en la base de cada farola de la Gran Vía, y al principio de ella, poner una gran estatua de bronce excelso del alcalde perpetuo de la ciudad, no menor de 2,5 veces el tamaño del Hércules de Serrán Pagan, con el ademán propio del Gran Líder Kim Jon Juan, oteando el horizonte de la chiquita y marinera y noble y leal ciudad de Ceuta. Ahora todos cantemos el himno de Ceuta, eso si, el bronce ha de ir vestido con el típico traje de la ciudad (el de fieltro, para el frio y en verano se le pueden poner los pantalones por debajo de la rodilla, por el tema del calor)
Cuando estaba colgando de la grua parecia una piñata, sigamos preocupandonos de figuritas, si.