Ceuta sin Plástico, la asociación sin ánimo de lucro que lucha por mejorar el medio ambiente, ha retomado en sus redes sociales su sección ‘Las joyas de la corona’, una colección de residuos que, por su antigüedad, se han ganado la etiqueta de auténticas ‘reliquias’ en cualquier vertedero. Uno de sus hallazgos más recientes: un tate o polo flash de hace más de 30 años.
Los activistas explican que, apenas unos días atrás, una de sus compañeras implicada en la retirada de basura encontró junto a su familia el envase de plástico de un tate (como se conoce en Ceuta por la marca) o polo flash (denominación con la que se lo identifica en el Península). Cuál fue la sorpresa de esta ceutí al comprobar que la validez de su contenido expiró en diciembre de 1988, tal y como figura en la fecha de caducidad. A pesar de que este plástico ha cumplido 32 años, Ceuta sin Plástico se detiene en que el color y propiedad del envase se conservan intactas, lo cual denota el impacto que estos residuos tienen sobre el medio ambiente.
El segundo hallazgo en las últimas recogidas de basura se trata de un tapón de una granada de mano con la insignia del Ejército de Tierra. Según explica Ceuta sin Plástico en sus cuentas en redes sociales, este tipo de proyectil explosivo es la PO-3 y se utilizaba en la década de 1980.
Esta ‘colección de basura ilustre’ cuenta también con un yogurt que datan en los años 60 y 70. La presencia de estos residuos con décadas de historia evidencia la falta de limpieza en determinados puntos de Ceuta, como pueden ser los montes y el litoral.
La asociación invita a la población a que, si tiene alguna información adicional estos estos dos productos, dejen sus comentarios en sus post en Facebook e Instagram.
Anillas para latas de refresco usadas en los 60
En la última recogida de Ceuta sin Plástico, uno de sus grupos pudo retirar de unas rocas hasta 40 unidades de anillas para latas de refresco, "240 trampas marinas que pueden dejar atrapado a algún pobre animal", como las tortugas.
"Por suerte ya hay muchas empresas que las han cambiado por envases de cartón u otras alternativas", explican los activistas.