El cuscús es un rico plato de la cultura bereber, que ellos llaman kseksú , lo que en hispano árabe ha sido “alcuzcuz", compuesto por una sémola , verduras y carne, y de ahí sus diversas variedades; el caso es que el aroma me llegaba desde el piso de abajo y tenía la idea de aceptar la invitación a la mesa de esos vecinos, si es que se producía, ya que el cuscús me encanta , pero parece que nuestros vecinos, o mejor dicho, el dueño de la casa , el señor Mohamed VI, está de nuevo enfadado con nosotros porque hacemos mucho ruido. Este señor, la verdad, es que está siempre enfadado con nosotros, le han debido transmitir su abuelo y su padre el mal genio continuo que le caracteriza. Y eso que hemos enviado permanentemente emisarios que decían ser reyes y se abrazaban y soñaban que eran hermanos, pero en cuanto se daban la vuelta, otra vez a dar por el tafanario, esta vez, el tal Sánchez que no es rey pero va de ello, se iba a hacer acompañar por uno de los estrafalarios seres que habitan en nuestro Gobierno, uno con moño y el señor Mohamed le ha dicho que ese tipejo que tiene entre sus huestes delincuentes y ratas ,se quede en su casa. No me extraña que se vaya de vez en cuando a París, mi ciudad favorita y la ciudad más bella que conozco, seguro que su belleza le tranquiliza, a pesar de los franceses, no las francesas que son una delicia.
Ya sabemos, que estos amigos siempre serán enemigos nuestros mientras tengan la desfachatez de elaborar mapas donde incluyen a nuestras españolísimas islas Canarias , Ceuta y Melilla , con las islas e islotes correspondientes y por supuesto, eso sí ilegítimamente como hasta el más lerdo Sánchez sabe , en posesión de nuestro querido Sahara Occidental, dentro de lo que ellos llaman Gran Marruecos o Imperio Magrebí ; esos mapas los exhiben en los hoteles y hasta ha habido algún necio presidente del gobierno español que se ha fotografiado con el rey marroquí correspondiente, con uno de esos mapas de fondo, claro que ya sabemos la cantidad de necios por metro cuadrado que tiene nuestro “país”, además están siempre al acecho. Después del capón de Perejil, ese gran país donde reina una gran pobreza, ha firmado un acuerdo el 2 de Octubre pasado, con los Estados Unidos, durante diez años, para fortalecer la cooperación militar en la que se enmarca el programa para la modernización de la industria militar y de defensa en Marruecos, que le proporcionará gran cantidad de armas modernas entre los que se incluyen los F-35, y la posibilidad de la construcción de una Base Americana en su suelo lo que puede impulsar el cierre de la hispana de utilización conjunta de Rota. El presidente norteamericano Donald Trump acaba de firmar una proclamación por la que reconoce la soberanía marroquí sobre el Sahara, lo que es una barbaridad al saltarse el derecho internacional y las Resoluciones de las Naciones Unidas y aun cuando jurídicamente sea papel mojado, políticamente es un apoyo muy sólido para Marruecos.
"El presidente norteamericano Donald Trump acaba de firmar una proclamación por la que reconoce la soberanía marroquí sobre el Sahara, lo que es una barbaridad al saltarse el derecho internacional y las Resoluciones de las Naciones Unidas y aun cuando jurídicamente sea papel mojado, políticamente es un apoyo muy sólido para Marruecos"
Una vez más, es políticamente incorrecto el decir algo en contra del Sultán Marroquí porque ha abierto la espita de las pateras llenando las costa españolas de inmigrantes ilegales, llegando a nuestras tierras en lo que va de año unos diecisiete mil ilegales, sin control alguno a la llegada, ni siquiera sanitario como un test de Covid, pero que si bailan con las empleadas que les acogen de las organizaciones “humanitarias” , les alojan en hoteles de cuatro estrellas y a continuación los abandonan y diseminan por todo el territorio español ,por lo que nos dicen que hemos de ser sumisos y obedientes al sultanato; la política tiene otros derroteros que los humildes ciudadanos no sabremos nunca comprender, por lo que hay que silenciar cualquier crítica al vecino de abajo, so pena de no sé qué castigo más que nos lleve al averno; aunque usted pregunte a cualquiera de los millones de españoles, qué piensa de la política marroquí permanentemente en contra de España y esos políticos tontibobos se quedarían pasmados, porque aun cuando Marruecos tenga sus armas de todo tipo, incluso diplomáticas, nosotros también tenemos las nuestras, aún hoy con el peor gobierno, en el peor momento y con la peor ministra de exteriores de este país de nunca jamás. Y es que la Marcha Verde, realizada hace cuarenta y cinco años, caló profundamente en el alma de los que la sufrimos, aun siendo simples espectadores. Hacía tiempo que un Ejército abandonaba un territorio, del que era su dueño y pasaba a ser Administrador abandonando a su suerte a los verdaderos propietarios que enseguida fueron expulsados por los marroquíes, teniendo que refugiarse en el desierto argelino, en Tinduf. El atropello verde ha hecho mucho daño al pueblo español y creo que difícilmente sea olvidado. Pero hay algo que desgraciadamente está claro, ante la política de mirar hacia otro lado de los gobiernos españoles en esos cuarenta y cinco años, los marroquíes no han perdido el tiempo, se han apoderado ilegítimamente de aguas que no son suyas, han aumentado los límites hasta distancias que no se les puede permitir, han tejido una diplomacia que ha conseguido que muchos países que antes estaban a favor de la independencia del pueblo saharaui, hoy se inclinen a favor de Marruecos, y como todo se mueve a favor de uno u otro factores económicos ,en este caso el telurio es el protagonista, ese mineral útil para la fabricación de baterías que se encuentra en las laderas del volcán Tropic de tres mil metros de altura, sumergido mil metros y dentro de la Zona Económica Exclusiva de nuestras Islas Canarias . El cansancio de los 200.000 refugiados en los campamentos de Tinduf, que parece no tener fin, las escasas esperanzas de celebración de un referéndum no amañado que los lleve a la independencia y la debilidad del apoyo español, que se centra más en lo folclórico, cuando ha sido una provincia española, desesperan a ese pueblo, que ha originado un pequeño fuego de artificio como lo es el bloqueo de Guergerat en la frontera sur con Mauritania. Para ello una minúscula fuerza de 20 manifestantes del Frente Polisario a cuyo frente se encontraba Brahim Ghali, Secretario General del Frente Polisario, para llamar la atención de su hartazgo, de otra forma no se pude interpretar, han bloqueado ese paso obstaculizando la marcha de unos 2.000 camiones.
Los protagonistas de este envite son en primer lugar España como potencia administradora, el pueblo saharaui como originario del territorios, Marruecos como usurpador sin título alguno que el de la fuerza y las Naciones Unidas como árbitro para la organización de un referéndum como medio de estabilizar la zona. Marruecos invadió el Sahara e inmediatamente comenzó una guerra entre el Frente Popular de Liberación de Seguía el Hamra y de Rio de Oro, Frente Polisario, entre 1975 y 1991, el alto el fuego propiciado por la Organización de las Naciones Unidas para solucionar el problema, acordó en la Resolución 690 del Consejo de Seguridad de 29 de Abril de 1991 un plan que cristalizó en la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sahara Occidental, MINURSO con sede en Ifni, que estableció un periodo de transición para preparar un referéndum en el que el pueblo del Sahara Occidental pudiera elegir entre su independencia o la integración con Marruecos, que siempre ofrece una gran autonomía para la región pero sin ceder en cuanto a la soberanía, buscando múltiples añagazas para obstaculizar la posibilidad del referéndum, señalando que no es fiable el censo. El representante especial del Secretario General de NN.UU tendría la responsabilidad única y exclusiva sobre los asuntos relacionados con la celebración del referéndum y estaría asistido en sus funciones por un grupo de civiles, militares y personal de la policía civil, integrados en la MINURSO , que hoy día dispone de 493 efectivos de los que 245 son militares y policía, por lo que llevamos casi treinta años con la copla y apenas se mueve algo que beneficie al Frente Polisario, solo el cansancio, también la única política a la que se aferra España, a pesar de que el 29 de Abril de 2.016 el Consejo de Seguridad aprobó otra Resolución la 2.285 que apelaba a que las partes del conflicto siguieran dando muestras de su sentido político con el fin de comenzar una fase de negociación más intensa e importante, de nuevo las palabras huecas de la diplomacia que hasta ahora, más de cinco años después no han resuelto nada. En Octubre pasado se prorrogó una vez más el mandato anual de la Minurso. Desde 1975 Marruecos ha construido un muro de miles de kilómetros para defenderse del Polisario, los saharauis hartos de la situación ven que , desgraciadamente pierden apoyos, incluso el de su mayor apoyo Argelia, aunque de reojo siempre tenga en cuenta su posible salida al Atlántico y las riquezas que esconde el desierto y el mar , mientras Marruecos que huele la debilidad una vez más del gobierno español y su división aprobó a principios de año dos decretos por los que se apropiaba de las aguas territoriales saharauis y ampliaba las suyas hasta la frontera con Argelia.
Las relaciones de España y Marruecos debería ser una asignatura obligatoria dentro de la política de Estado tejida entre los partidos que respetan la Constitución y que pueden gobernar. No puede ser una apuesta diferente cada vez que un partido ocupe el poder. Esa política compleja, como una función algebraica con varias variables, debe tener en cuenta muchos factores, nuestras ciudades, nuestras costas, nuestra vecindad, la administración del Sahara, nuestra integración en la Unión Europea, nuestra política de defensa, de inmigración ,la política agraria y comercial. Y todo esto no es una labor de un gabinete de publicidad ni de alocados recién llegados; debe responder a ante cualquier desafío del amigo marroquí, no salir corriendo cada vez que al señor Mohamed de turno se le ocurre una nueva amenaza. Es decir una política seria , contundente y estable gestionada por nuestros diplomáticos de carrera. Mientras, ya que decididamente el vecino de abajo no me invita, buscaré un buen restaurante para comer el rico cuscús.
En alguna ocasión he discrepado de sus comentarios pero coincido con usted en las afirmaciones que efectúa en este. Y si no podemos tomar cuscus pues nos dejamos guiar por la carta de algún restaurante parisino, al que iremos cuando pase esta pandemia.