Existe un reconocimiento cada vez mayor del relevante papel que pueden desempeñar los servicios de Atención Primaria en el apoyo a la salud mental de las personas, así como de importantes lagunas en la prestación actual de este tipo de apoyo en muchas áreas.
Así lo afirma el Centro para la Salud Mental de Reino Unido en su último informe titulado Clinical Psychology in Primary Care (Psicología Clínica en Atención Primaria), a través del cual analiza el impacto de implementar el valioso recurso que confiere la Psicología en el primer nivel asistencial de la salud, y del que se ha hecho eco el Colegio Oficial de Psicología de Ceuta (COP Ceuta).
Como bien señala el documento, los servicios de Atención Primaria son el primer y más frecuente punto de contacto con el Sistema Nacional de Sadlud (SNS) para la mayoría de las personas. De acuerdo con los datos de Reino Unido, el 40 por ciento de las consultas son por motivos de salud mental (en España, se estima que la Atención Primaria soporta más del 50 por ciento de la carga asistencial que suponen los problemas de salud mental para el sistema sanitario).
No obstante, el informe advierte de que, actualmente, los servicios de Atención Primaria se encuentran bajo presión y luchan por satisfacer una demanda cada vez mayor con recursos limitados. Asimismo, los propios médicos de familia tienen niveles variables de conocimiento para satisfacer las necesidades de salud mental de las personas.
En Reino Unido, desde el año 2008, se cuenta con el programa de 'Mejora del Acceso a las Terapias Psicológicas' (Improving Access to Psychological Therapies, IAPT), cuyo objetivo es tratar los trastornos de ansiedad y depresión mediante técnicas cognitivo-conductuales en el primer nivel asistencial de la salud, siguiendo las recomendaciones de las Guías elaboradas por el Instituto Nacional de la Excelencia para la Salud y la Atención del Reino Unido (National Institute for Health and Care Excellence, NICE).
Sin embargo, si bien la Psicología Clínica tiene presencia en estos servicios, el informe señala que la mayor parte de la intervención es realizada por profesionales que han recibido formación acreditada de IAPT, generalmente a nivel de diploma de posgrado, en lugar de la capacitación a nivel de doctorado del Psicólogo Clínico. De hecho, hasta la fecha, aproximadamente 10.500 médicos han sido capacitados para brindar intervenciones IAPT y llevar a cabo terapia cognitivo-conductual.
De acuerdo con los autores, en este contexto, el IAPT no suele ofrecer el nivel de intervención que requieren las personas con necesidades más complejas y esto representa una brecha significativa en muchas áreas.
Más evidente en pandemia
Con el fin de poder satisfacer las necesidades de salud mental, el informe insiste en los beneficios potenciales de la Psicología Clínica como un servicio de primera línea en la Atención Primaria. Asimismo, con la pandemia del Covid-19, se ha hecho aún más evidente la importancia de los servicios de Psicología Clínica y la trascendencia de que estos sean accesibles para las personas y comunidades que han experimentado traumas debido a esta situación.
A modo de ejemplo, el documento recoge dos enfoques diferentes planteados en diversas áreas locales, donde se ha brindado Psicología Clínica en este primer nivel asistencial y cuyos resultados son, hasta la fecha, prometedores. Asimismo, describe un modelo de Psicología Comunitaria, como un enfoque alternativo fuera del centro de Atención Primaria. Estas iniciativas han demostrado los beneficios terapéuticos y económicos de la Psicología Clínica.
Tal y como manifiestan los autores del informe, “los psicólogos clínicos están capacitados para reducir la angustia y mejorar y promover el bienestar psicológico mediante la aplicación sistemática de conocimientos derivados de la teoría y la investigación psicológicas. Las intervenciones tienen como objetivo promover la autonomía y el bienestar, minimizar la exclusión y las desigualdades, y permitir que las personas entablen relaciones interpersonales significativas y actividades sociales comúnmente valoradas, como la educación, el trabajo y el ocio”. Debido a su amplia formación, desempeñan un rol crucial para trabajar con una amplia variedad de necesidades de salud mental en diversos entornos.
Intervenciones psicológicas son eficaces y rentables
El documento pone de relieve la evidencia de que las intervenciones psicológicas son eficaces y rentables. Según datos del Instituto de Políticas Públicas del Estado de Washington (WSIPP, 2014-2016), por cada libra gastada en intervenciones como la Terapia Cognitivo-Conductual para la depresión y la ansiedad, se puede ahorrar entre 15 y 50 libras, con al menos un 84 por ciento de probabilidad de que los beneficios de los programas superen los costes. El IAPT se basa en dicha evidencia.
En este sentido, la realización de tales intervenciones en atención primaria también es rentable. Por ejemplo, la atención primaria 'colaborativa' (que involucra a un profesional de la salud mental/psicología que trabaja en colaboración con el primer nivel asistencial de la salud) para personas con depresión tiene una proporción de coste-beneficio de £ 1: £ 12, con un 98 por ciento de probabilidad de que los costes no exceden los beneficios.
El documento finaliza con una serie de recomendaciones para ampliar e integrar la Psicología Clínica en la Atención Primaria de Reino Unido, incorporando más psicólogos clínicos en este primer nivel asistencial.
Si bien se trata de otro contexto, estas recomendaciones pueden ser una referencia a la hora de implementar la Psicología Clínica en la Atención Primaria española, una medida que ha venido impulsando el Consejo General de la Psicología en los últimos años, y que ha sido propuesta por el Defensor del Pueblo, instando, recientemente, al Ministerio de Sanidad, que aborde con premura el incremento de recursos de atención psicológica, así como extender dicha atención al ámbito de la Atención Primaria y crear más plazas de formación especializada. En la misma línea, y de igual modo en que se plantea en este informe, la Organización Colegial ha venido subrayando los beneficios de implementar psicólogos clínicos en Atención Primaria de la Salud, en tanto que redundaría en un ahorro en términos de costes económicos y sociales, al facilitar, entre otras cosas, la identificación precoz y la intervención temprana de los trastornos mentales, la reducción de los tiempos de espera para recibir tratamiento adecuado, evitando, a su vez, complicaciones en la sintomatología del paciente y la consiguiente cronificación.